Vacuna anti Covid-19 para toda la humanidad
Aún con imponderables, en nuestra entidad federativa y en toda la República mexicana, se sigue avanzando decisivamente en la muy loable tarea de vacunación en contra de la pandemia provocada por la invasión del nefasto Covid-19. Obviamente, se está haciendo el esfuerzo en los tres niveles de gobierno para atender al máximo a todo el universo poblacional que sea necesario aplicarle el respectivo biológico, sea este Pfizer, Spunit V, Astra-zeneca o Cancino. Así, a partir del lunes 18 del mes que corre, se inició en nuestra ciudad capital y otras cabeceras municipales la vacunación contra el Covid-19 de niños, niñas y adolescentes con comorbilidades y de edades entre 12 a 17 años, en la que se incluyen mujeres embarazadas a partir de la novena semana.
¡Bien por los EUM! Lo deplorable, es que la mayoría de los más de siete mil millones de seres humanos que habitan el Planeta Tierra, desde que la Organización Mundial de la Salud (OMS) determinó en su evaluación de marzo del 2020 que la Covid-19 puede caracterizarse como una pandemia, siguen o están sin recibir una sola vacuna de las anotadas líneas arriba. Lo que se confirma al leer en RAYUELA (La Jornada, domingo 17 de octubre, 2021) [que mientras] “En los países del norte van por la tercera dosis. En África sólo están vacunados seis de cada 100 personas. [Por lo que] La industria farmacéutica está en los suyo”.
Por supuesto, que no solamente en África, sino en el resto de los continentes terráqueos, en estos momentos, hay países en los cuales no se ha logrado vacunar a un alto porcentaje de su población. ¡Ah!, pero eso sí, las grandes potencias mundiales y otros Estados-nación de menor importancia económica, gastan la mayor parte de su riqueza en armarse hasta los dientes.
De tal manera, el total del gasto militar mundial se elevó hasta los 1.7 billones (millones de millones) de dólares en 2017. Nada más los USA gastó 610,000 millones de dólares en 2017, lo que representó el 3.1% de su Producto Interno Bruto (PIB).
Rusia que plausiblemente descendió en 1998 un 20% de su gasto militar, en 2017 se ubicó en 66.355 millones de dólares, equivalentes a un 4.3% de su PIB.
Líbano es uno de los diez Estados con mayor carga militar en el mundo, su gasto bélico en 2017 alcanzó los 2.441 millones de dólares, igualando el 4.5% de su PIB.
Israel en 2017 llegó a los 16.489 millones de dólares en gasto armamentista para su “defensa”, siendo el 4.7% de su PIB.
Congo en 2017 dedicó para el rubro bélico 484 millones dólares, cantidad semejante al 6.2% de su PIB.
Omán gastó en ese mismo año 8.686 millones de dólares, equivalente al 12% de su PIB.
En ese contexto, el Instituto Internacional de Estudios para la Paz, de Estocolmo (SIPRI), informó el 26 de abril del presente año, que el gasto militar mundial aumentó a casi dos billones (millones de millones) en 2020. Resaltando que “La pandemia Covid-19, que paralizó el mundo en marzo de 2020 y lo mantiene aún semiparalizado, no ha tenido aparentemente ningún impacto en el gasto militar, que ha gozado de muy buena salud”.
Agregando que cuatro de los cinco países que más gastaron en armamento, paradójicamente, son miembros permanentes del Consejo de Seguridad de la ONU (CSNU), el MAYOR RESEPONSABLE DE IMPONER LA PAZ EN EL MUNDO: China, Estados Unidos, Reino Unido y Rusia.
Asimismo, la ONU hace tiempo viene demandando que se recorten los gastos militares y se canalicen hacia el desarrollo sostenible.
Por su parte, William D. Hartung, director del Programa de Armas y Seguridad del Centro para la Política Internacional, con sede en Washington, dijo a IPS (Inicio-prensa-servicio informativo): “En un momento en que la pandemia mundial, el cambio climático y la injusticia racial y económica supone los mayores peligros para la vida y el sustento de las personas, el AUMENTO DEL GASTO MILITAR MUNDIAL EN 2020 supone un fracaso estrepitoso de los responsables políticos de todo el mundo a la hora de abordar los retos más urgentes a los que nos enfrentamos”.
Afirmó, además, Hartung, que una fracción de esos dos billones de dólares gastados en armamento militar, podrían haber servido para realizar inversiones sostenibles en SALUD PÚBLICA, PROTECCIÓN DEL AMBIENTE Y LUCHA CONTRA LA DESIGUALDAD.
A esa geopolítica económica-belicista de las grandes potencias mundiales, hay que sumarle las enormes sumas financieras que sus gobiernos utilizan periódicamente para acercarse a otros planetas (Marte, Venus…) o para explorar el cosmos –de lo cual no estamos en contra, pero cotidianamente nos gritan las ingentes prioridades existentes aquí en la TIERRA–; y los millones de dólares que algunos magnates (Jeff Bezos, Eton Musk, Richard Branson) gastaron ¿o despilfarraron? hace unos meses en su viaje espacial tripulado, de unas cuantas horas.
Y este penúltimo vuelo (septiembre 2021) en que abordaron el Space X el dueño de la nave y tres astronautas aficionados, gastando cada uno de ellos, aproximadamente: 55 millones de dólares.
Abundando en el tema, el doctor en medicina “Eric Manheimer, autor del libro “Doce Pacientes”, en el que relata su experiencia como director del Hospital Bellevue, en Nueva York, durante su visita al periódico La Jornada
[…] profundiza sobre problemáticas como la migración, el sistema penal, la violencia y la desigualdad que afectan la salud pública.
Según el diario nacional citado, en una parte de su libro el doctor Manheimer, considera que la “HUMANIDAD es una palabra clave, en el que se recuerda que los pacientes no son un número de expediente, sino un nombre, con una familia, de una comunidad específica. La enfermedad es sólo una parte; historia, sociología y antropología son complementos de la terapia.
Afirmando que “Esta PANDEMIA fue como rayos X de la sociedad. Todos estos problemas existen desde antes y tenemos conocimiento, pero fuera de la vista cotidiana. Pero, la contingencia sanitaria global EVIDENCIÓ TODAS LAS GRIETAS DE UNA SOCIEDAD, sobre todo de los más vulnerables. El virus puede afectar a cualquier persona, nadie está fuera de la posibilidad, pero hay grupos más vulnerables”. (Alondra Flores Soto, Periódico La Jornada, domingo 17 de octubre de 2021).
Pues bien, seguiré con mis sueños: ¿Se imagina apreciable lector lo grandioso y benéfico que sería para la humanidad toda, que esos gobiernos, sus políticos, sus multimillonarios dueños de las respectivas transnacionales, sus… fueran tocados en sus cuerdas más sensibles por Jehová, por Alá, por el Gran Creador del Universo, por… y decidieran YA, dedicar todo el presupuesto armamentista actual para la PRODUCCIÓN Y DISTRIBUCIÓN GRATUITA de VACUNAS ANTICOVID-19 a todos los seres humanos que pueblan la Madre Tierra, sin distingos de ninguna clase?
Seguramente, hasta los Cuatro Jinetes del Apocalipsis les aplaudirían. Pero quizá, es engañarse así mismo creer que los problemas globales de dimensión apocalíptica puedan llevarnos a la solidaridad global ética y moral.