Oficia arzobispo misa de Domingo del Buen Pastor
El arzobispo de Chihuahua, Constancio Miranda Weckmann, ofició ayer la homilía del IV Domingo de Pascual, también llamado del Buen Pastor, con un mensaje de esperanza y de guía del amor de Dios para todos aquellos que necesitan alivio y consuelo.
La misa la presidió en la Catedral capitalina, donde hubo un 85 por ciento de asistencia, ya que a pesar de que el semáforo epidemiológico se encuentra en color verde, todavía se mantienen las medidas sanitarias para evitar contagios por coronavirus (Covid-19).
Además, en el perfil de Facebook de Notidiócesis también se pudo ver la transmisión en vivo, en la que el obispo hizo un llamado importante porque son los días en que Jesús se apareció a sus discípulos y será el tiempo antes de Pentecostés, que se conmemorará cuando bajó el Espíritu Santo.
“Pastores, no sólo somos los sacerdotes, también son los padres de familia, coordinadores de grupos apostólicos, maestros, todos los que son un ejemplo para otros. El Buen Pastor, Jesús mismo es un ejemplo para todos. Desde grupos grandes hasta uno pequeño como una familia. El Señor nos dice que debemos ser pastores, comprometernos con Él, con su reino, con las ovejas. Por eso vamos a pedir a Dios por todos los pastores, por toda persona que cuida de otros”, expresó el obispo.
El sermón lo basó en el evangelio según San Juan, el cual dice textualmente lo siguiente: “En aquel tiempo, dijo Jesús a los judíos: Mis ovejas escuchan mi voz, y yo las conozco, y ellas me siguen, y yo les doy la vida eterna; no perecerán para siempre, y nadie las arrebatará de mi mano. Mi Padre, que me las ha dado, supera a todos, y nadie puede arrebatarlas de la mano del Padre. Yo y el Padre somos uno”.
“Vamos a pedir a Dios por por toda persona que cuida de otros”, expresó el obispo