Trastorno por duelo prolongado: ¿qué es y cómo superarlo?
El trastorno por duelo prolongado es un nuevo diagnóstico que tiene voces a favor y en contra. Veamos de qué se trata y qué herramientas tenemos para el acompañamiento
Como todos los momentos de la vida que requieren de tiempo, la pérdida de un ser querido no es la excepción. Cuando el proceso se extiende de más, podría tratarse de un trastorno por duelo prolongado.
Cada quien tiene su forma particular de vivir el duelo, pero debe darse el espacio para hacerlo. Sin embargo, ese tiempo no debería avanzar como una marea hasta ahogarnos. Si no que tendría que mutar en un recuerdo grato de la persona querida o en un aprendizaje.
¿Qué es el trastorno por duelo prolongado?
De manera reciente, el duelo prolongado fue incorporado al Manual diagnóstico y estadístico de las enfermedades mentales. Recibe el nombre de trastorno o síndrome de duelo prolongado y se refiere al padecimiento por la pérdida que lleva un año o más de duración, impactando en la cotidianidad de la persona.
El trastorno por duelo prolongado es como un duelo crónico. La persona no puede tolerar ni asumir la pérdida, por lo que queda estancada en ese acontecimiento. Muchas personas refieren sentirse “en una realidad suspendida”.
Para comprender estos casos debemos pensar en si se logra integrar la pérdida. Por ejemplo, si quien falleció vivía con la persona, esta anula por completo la habitación, como deteniendo el tiempo. Hay quienes dejan la habitación intacta, tal cual quedó antes de que ocurriera la muerte.
No se trata de un fenómeno nuevo, aunque recibe otro tipo de notoriedad a partir de lo ocurrido en la pandemia por COVID-19. Debido a la situación sanitaria, muchas personas no pudieron despedirse de sus afectos, lo que dificultó ese cierre.
Si bien es necesario destacar que el duelo es algo muy singular, o sea, una respuesta adaptativa individual, también es un proceso que pasa por etapas hasta llegar a un momento en que se puede seguir adelante. Esto no quiere decir que uno se olvide de la persona fallecida, sino que su ausencia se vuelve tolerable.
¿Cómo abordar el trastorno por duelo prolongado?
Algunas recomendaciones para acompañar a alguien que atraviesa un duelo complejo son las siguientes:
Es importante confiar en la persona, alentarla a que saldrá adelante. En este momento se encuentra descreída de sus propias capacidades.
Organizar (y aceptar) planes de recreación para salir de ese círculo vicioso. Es necesario encontrarse con otra gente, salir a caminar, etc.
Mantener una escucha abierta, activa, sin prejuzgar. Permitirle a quien sufre que se exprese y evitar las frases hechas o de compromiso. Apelar a la empatía.
Mostrarse disponible, pero no imponerse. Ser respetuosos de lo que el otro necesita.
Más allá de las recomendaciones, es preciso reconocer que cada persona es única y tenemos que adecuar nuestro sostén. No hay recetas universales y allí está el valor del acompañamiento.