El experto aéreo

Si un experto te dice que no se puede hacer, consigue otro experto”.

David Ben-gurion

Ciudad de México.- Al contrario de muchos otros funcionarios del actual gobierno, Víctor Manuel Hernández Sandoval, quien renunció al cargo de director de Servicios a la Navegación en el Espacio Aéreo Mexicano (Seneam), sí tenía experiencia en su campo de responsabilidad. Trabajó como controlador de tráfico aéreo, primero como “controlador radar ruta” y luego como “controlador terminal”, aunque no llegó a ser “auditor”. Posteriormente fue funcionario de la Organización de Aviación Civil Internacional, la OACI.

Su puesto como director del Seneam lo consiguió tras llegar a la casa de campaña del candidato Andrés Manuel López Obrador y asegurarle que podía rediseñar el espacio aéreo del Valle de México para permitir la operación conjunta del Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México (AICM) y un nuevo aeropuerto civil en Santa Lucía. Era lo que López Obrador quería escuchar.

La empresa especializada MITRE, que estudió las opciones para un nuevo aeropuerto en el valle de México y determinó que Texcoco “era el lugar ideal., un sitio aeronáuticamente excelente”, ya había analizado la posibilidad de ampliar la base militar de Santa Lucía para construir un aeropuerto civil. En un documento fechado el 20 de noviembre de 2018 señaló: “La alternativa AICM-SANTA Lucía es preocupante al requerir la creación de un espacio aéreo sumamente complejo que además no ha ido más allá de un plan conceptual ni ha sido simulado (como el del NAIM) y que, lejos de satisfacer las necesidades de la CDMX por gran parte del presente siglo, se re-saturará en un brevísimo período”. Añadió que “nadie ha desarrollado el obligado estudio de espacio aéreo”.

Hernández Sandoval le cumplió al presidente y lanzó el 25 de marzo de 2021 su nuevo diseño para la navegación aérea de la zona metropolitana del valle de México. Las advertencias de MITRE, sin embargo, también se han hecho realidad. El diseño es extraordinariamente complejo, con rutas de descenso al AICM más prolongadas, frecuentes demoras, mayor quema de combustible y más ruido. En lugar de reducir la saturación del AICM, que era el propósito, la ha incrementado. A pesar de que el Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles solo tiene 12 operaciones diarias, y esto por presión gubernamental a las aerolíneas, el gobierno ha anunciado que reducirá el número de vuelos del AICM de 61 a 50 cada hora. Los reportes de incidentes aéreos se han disparado. Aunque el gobierno los negó primero, la divulgación de un video de un avión de Volaris que recibió instrucciones de aterrizar en una pista ya ocupada por otro avión hizo imposible seguirlo ocultando. Esto obligó a la renuncia de Hernández Sandoval.

Quizá la renuncia ayude a resolver las disputas con los controladores aéreos, ya que Hernández Sandoval quitó a muchos y empeoró las condiciones de trabajo de los demás, pero no resolverá el fondo del asunto, porque para el presidente el AIFA es inamovible. El fondo del problema, sin embargo, es que este aeropuerto nunca fue una solución real al problema de saturación del AICM.

MITRE advertía en 2018: “La idea de que sumar pistas equivale automáticamente a mayor capacidad, sin importar la geometría (‘configuración’) de las pistas, obstáculos, el espacio aéreo y simulaciones en tiempo real, es errónea”. Tres años y medio después la oferta de Hernández Sandoval de rediseñar el espacio aéreo ha fracasado, pero el gobierno ya gastó 200 mil millones de pesos en tirar un aeropuerto y construir otro sin resolver el problema que tenía.

UNOPS

Por irregularidades financieras, ayer renunció Grete Faremo como directora ejecutiva de la UNOPS, la Oficina de Naciones Unidas para Servicios a Proyectos. Es la oficina que se comprometió a vender el avión presidencial, y no pudo, y a comprar medicamentos para el sector público mexicano, que tampoco logró.