El candil de Centroamérica
En su gira por Centroamérica y el Caribe, el presidente Andrés, Manuel, habló de cooperación para el desarrollo, integración económica y migración. Su última escala fue Cuba, con visita más simbólica que institucional. En Cuba aludió a las canalladas de Washington. Y, en lugar de pedir a los cubanos que transiten de la revolución a la democracia, sugirió que en la revolución fallida, renazca una nueva revolución. ¿Contra Díaz- Canel?
Además, como señala Héctor Aguilar Camín, AMLO, con sus lecciones de historia en Cuba, se da un balazo en el pie, al mencionar la estadía de José Martí en México, quien tuvo que salir del país al triunfo de Porfirio Díaz diciendo: “Un hombre se declaró por exclusiva voluntad señor de los hombres (…) y no se puede vivir donde hay tiranos”.
En vísperas de la visita a la Isla, AMLO, atestiguó las ruinas de una explosión en edificio de la antigua Habana, con saldo de 31 muertos, 85 heridos y 17 desaparecidos, tal vez, como preámbulo de la crisis que se avecina, para nuestro país, al ser alcahuete de regímenes antidemocráticos.
Quien no puede poner orden en su casa, pretende erigirse como líder de Latinoamérica.
El mayor vínculo, económico, político y social no lo tenemos con Cuba, sino con los Estados Unidos. Con el T-mec salimos ganando, pero Cuba ¿Qué nos puede dar? Al contrario nos ha quitado: Con Peña Nieto se condonó una deuda la Isla de US $350 millones, con impuestos de los sufridos mexicanos. ¿Para continuar con su política de represión? ¡No se vale!
El populista, Andrés Manuel, afirma, sin recato, que lo prometido en campaña no tiene validez, porque hay que cumplir con la “transformación” de México, o lo que es lo mismo: regresión y autoritarismo.
El reparto de efectivo es como el soborno, pues, le abre el camino al presidente y, más, si se combina con pobreza e ignorancia, porque el hambre no sabe de democracia. López, Obrador, está llevando sus programas sociales, Sembrando Vida y Jóvenes Construyendo el Futuro a Centroamérica con nuestros impuestos. Además, según Forbes, se afiliarán al IMSS Bienestar, a unos 25,000 guatemaltecos que vienen aquí a trabajar, siendo que, hay millones de compatriotas sin ninguna cobertura médica, niños con cáncer sin medicinas, y falta de medicamentos en el IMSS.
Así, AMLO, se convierte en candil de la calle y oscuridad de su casa.
Habrá mucha hambre todavía aquí, pero eso no importa, hay que exportar el “socialismo” del siglo XXI a la América Latina. Ya ni siquiera las iglesias ruegan por gobiernos más democráticos, que cese la violencia y haya justicia.
El romanticismo que vendió AMLO, de democracia, libertades y desarrollo, a partir de 2018, son sueños vanos que se estrellan contra la realidad: un cementerio de planes fallidos y promesas incumplidas.
La imparable violencia se ha exacerbado, y el culpable sigue siendo: la herencia del neo liberalismo. La inútil política de abrazos, ha salido contraproducente. La economía no se podrá apuntalar debido a la guerra ideológica del ejecutivo contra las empresas. Además, por falta de crecimiento, y la guerra de su fraternal amigo Putin contra Ucrania, la inflación no se podrá contener, ni con el control de precios similar al “Pacto de Solidaridad” de Salinas.
¡Ojalá! Que, del desencanto de la gran ruina ocasionada por López Obrador, resurja entre intelectuales, la clase media y población, el coraje de haber sido engañados, y estar sometidos al capricho de un farsante que, desmorona instituciones, órganos autónomos y civiles que costó tanto construir; y que no voten por Morena y sus candidatos en elecciones estatales 2022-2023, y las presidenciales en 2024. Los más pobres parecen resignarse a unas cuantas monedas del Presidente, aunque el dinero no sea suyo sino del esfuerzo de todos los mexicanos.
A muchos no les importa descubrir cómo nos pisotea el régimen, por la costumbre antipolítica y el desencanto de los partidos. Corresponde a estos, ser el cemento que unifique la población, y que los candidatos y gobernantes sean más honestos, abiertos y empáticos.
Necesitamos grandes y valientes oradores que detonen en el pueblo ese grito y ansias de: !Libertad! Que se escuchó en Cuba, pero que, tristemente fue reprimido y quedó en eso: el llanto silencioso de los desvalidos.