Higiene y alimentación protegen la flora bucal
El primer paso para poder combatir el mal aliento es notarlo
Puede ser "culpa" de la cerveza, del ajo o de la cebolla. Algunos alimentos pueden dejar efectivamente un rastro poco agradable en nuestro paladar, a veces incluso sin que siquiera lo notemos. Pero esa no es la única causa del mal aliento. Tener una mala rutina de higiene bucal también es un gran factor que puede ahuyentar a nuestros interlocutores. "En muchos casos el aliento pude estar pautado por determinados ingredientes ingeridos o por la falta de higiene bucal", advierte el odontólogo Christoph Sliwowski. "Cuando las bacterias descomponen restos de comida se generan compuestos azufrados que tienen un olor desagradable", explica el especialista. Si la persona en cuestión no se limpia con frecuencia y profundidad los dientes y la lengua, los depósitos se descomponen aún más. La consecuencia: "Aumenta el olor podrido de los gases sulfurosos".
La clave está en la higiene bucal
Quien quiera combatir realmente el mal aliento debería comenzar por una higiene bucal que vaya más allá de lavarse los dientes todos los días.
"El hilo dental, por ejemplo, es esencial. Los productos para limpiarse la lengua también son importantes", dice Christoph Benz, presidente de la Cámara de Odontólogos de Alemania.
"Utilizar todos los días un limpiador lingual hace que percibamos mejor los sabores, que tengamos una sensación de mayor frescura en el paladar y que reduzcamos las bacterias de la boca", explica Benz. Porque entre un 60 y un 80 por ciento de las bacterias que generan el mal aliento se encuentran en la lengua, según indica.
Saliva y goma de mascar
La cantidad de saliva también juega un papel importante. "Si hay poca saliva, porque uno bebe poco o porque tiene la boca seca por algún estado de nerviosismo, el aliento se recrudece", dice Benz.
La goma de mascar puede ser una ayuda. "Es una buena opción para evitar tener mal aliento", dice el especialista, "porque limpia los dientes y al mismo tiempo promueve el flujo de saliva. Solo es importante que sean gomas de mascar libres de azúcar".
Consulte a un médico
Sliwowski recomienda además realizar enjuagues bucales, pero sin exagerar. "Los enjuagues ayudan a lograr una mejor limpieza y proporcionan un aliento más fresco", pero no deberían ser incorporados a la rutina diaria porque pueden generar desequilibrios en la flora bucal. La parodontitis o implantes que no estén bien fijos podrían ser uno de los causantes. En algunos pocos casos también puede deberse a algún trastorno digestivo o del esófago.