Pandemia: cómo acercarnos otra vez a los amigos
Mantener distancia. Es un mandato que seguimos desde que a principios de 2020 se instaló el coronavirus en las vías respiratorias y en la vida. Incluso con los amigos más íntimos mantuvimos al menos dos brazos de distancia o directamente ni nos encontrábamos personalmente. En vez de eso, prendimos las pantallas y compartíamos penas y alegrías por videoconferencia.
O directamente no nos veíamos más: en una encuesta representativa en el marco del Yougov-cambridge Globalism Projects un tercio de los encuestados dijeron que su relación con sus amigos es menos estrecha desde la pandemia de coronavirus. Actualmente ya no rigen restricciones tan estrictas, pero sin embargo no es tan fácil recuperar la antigua cercanía con amigas y amigos.
Al investigador Horst Heidbrink no le asombra. "La pandemia tiene algo paradójico", dice el psicólogo. En situaciones de emergencia en general las personas se acercan. "Pero en la pandemia nos dijeron: si quieren hacer el bien a sus amigos, no los vean más", recuerda Heidbrink.
Espacios de ocio, claves para la socialización
Se vieron afectadas sobre todo las relaciones no vinculantes, el contacto con los compañeros del gimnasio, por ejemplo, con los colegas de trabajo, con los que antes de la pandemia se tomaba un café en la esquina con cierta regularidad, o con las personas con las que se jugaba a las cartas en el bar.
Pero los clubes deportivos, los gimnasios, los restaurantes y los bares estuvieron cerrados durante mucho tiempo. Quien vuelva a acudir a estos lugares no necesariamente se encuentre con la misma gente que antes de la pandemia. Ahora hay que volver a generar la sensación de sentirse cómodo en un espacio porque uno tiene la certeza de que se encontrará con caras conocidas, siempre y cuando aún existan los lugares a los que acudíamos.
Quizá tengamos nuevos lugares favoritos y quizá incluso también nuevos amigos. No toda amistad vale la pena ser mantenida. Algunas relaciones quizá solamente eran costumbre. También eso quedó en evidencia con la pandemia. Y además abrió la posibilidad de reordenar el círculo de amigos.
La cercanía física es peligrosa
Hacer nuevas amistades o retomar las antiguas puede ser algo complicado en el marco de esta pandemia que no termina de acabar, porque falta un factor esencial: la cercanía física que antes era tan cotidiana, el beso en la mejilla para saludarse, el golpecito en el hombro, el abrazo amistoso ahora cuestan más.
Es difícil poner fin a una amistad y decirle a alguien que en realidad uno no aprecia tanto el tiempo compartido