Reduce ruidos y logra calma en el hogar
¡Por fin termina el día laboral! Sin embargo, puede suceder que justo cuando uno se dispone a relajarse en el sofá, molestan algunos ruidos. A veces vienen de la calle, otras, retumba la música de algún apartamento vecino, repiquetean los tacones de la mujer del piso de arriba o un lavarropas no para de centrifugar. Sin embargo, no hay que desesperar. ¡Para cada problema existe una solución!
El primer paso es detectar de dónde vienen los ruidos molestos. ¿Son de nuestro apartamento, de un vecino o de la cuadra? ¿Se debe tal vez a algún problema estructural de la construcción o a la falta de elementos aislantes?
Eco en ambientes amplios
Cuando tenemos un ambiente muy amplio y la decoración es más bien minimalista, todo resuena, indefectiblemente. Puede que hasta una conversación en un tono más bien moderado moleste. Colocar cortinas, alfombras, almohadones o muebles tapizados amortiguará el sonido.
"Algunos textiles para revestir el suelo tienen incorporado un aislante acústico que amortigua ese eco. En caso de tratarse de un ambiente con grandes superficies de ventanas también existen cortinas acústicas que reducen notablemente el intervalo de resonancia", apunta Martin Auerbach, que integra la dirección de Heimtex
Cuadros en lugar de alfombras
Otro problema puede radicar en el ruido que generan los pasos, ya sea dentro del apartamento o en otros pisos del edificio. Las alfombras son una gran ayuda para contrarrestar esos ruidos.
No obstante, si uno prefiere una decoración sobria, sin cortinas pesadas, ni alfombras mullidas, puede optar por otros elementos "acústicos" para reducir la resonancia. Existen por ejemplo "cuadros acústicos" para todo tipo de ambientes.
Cuando la causa está en la construcción
Si el ruido proviene del apartamento de al lado, el problema resulta mucho más complejo. Que los vecinos se atormenten mutuamente con sus conversaciones suele estar vinculado a problemas en la construcción del edificio, no a modos de vida.
Un ejemplo simple: si los enchufes están colocados a la misma altura de un lado y del otro de la pared, no es muy sorprendente que los ruidos del vecino lleguen a nuestros oídos. El sonido se cuela hasta por los agujeros más pequeños.
Cambiar los muebles de sitio
El principio básico dice que la masa absorbe el sonido. Por eso los especialistas recomiendan utilizar las piezas más pesadas en la construcción de las paredes divisorias y los techos. Un buen material sería el hormigón, si bien no es una solución que puedan adoptar los habitantes de un edificio que ya está construido.
De todos modos, el principio también funciona en casas y apartamentos de paredes finas.