¿Contención de la carrera de los precios?
Armando Sepúlveda Sáenz
Según los datos proporcionados por el INEGI del Índice Nacional de Precios al Consumidor para el mes de abril, respecto a marzo de 2022, el alza promedio de los precios de la canasta de bienes general, tuvo las siguientes cifras expuestas por orden de magnitud: Ciudad Juárez 1.0 por ciento, Ciudad de Chihuahua 0.92 por ciento y Ciudad Jiménez 0.77 por ciento, en tanto que el Nacional fue de 0.54 por ciento. Si de carreras de caballos se tratara, en el trote, nuestros corceles llevarían la delantera, de lo cual no se desprende que la inflación acumulada en los últimos doce meses, para estos mismos participantes reitere el comportamiento: El registro nacional de 7.68 por ciento, denotó que la inflación no sólo no cedía a las medidas del Banco de México (incrementos en la tasa de referencia) sino que se aceleraba, lo cual encendió las alarmas del gobierno federal para buscar frenar el fenómeno inflacionario, que está mermando el poder adquisitivo de los salarios o de las percepciones de los trabajadores informales en primera instancia, aunque a todos afecta. La inflación para Ciudad Juárez fue en el periodo de referencia de 8.07 por ciento; la de Ciudad Chihuahua de 7.76 y la de Ciudad Jiménez 9.93 por ciento. Sin embargo, en esta ciudad, parece que el trote de los precios es más corto (0.77 por ciento).
Sin duda se precisan medidas que incidan en el dinamismo general de los precios. El gobierno federal definió una serie de medidas en las cuales también colaboraron algunas empresas dominantes en sus sectores de mercado. El Ejecutivo Federal, dio a conocer el Paquete Contra la Inflación y la Carestía, mediante el cual se espera reducir la inflación y la “caída” en el consumo de los hogares mexicanos, mediante la instrumentación de diversas medidas, entre las que se encuentra exentar de arancel a la importación a 21 productos de la canasta básica y a 6 insumos estratégicos. Para definir y oficializar esta medida se publicó anteayer el DECRETO por el que se exenta el pago de arancel de importación a las mercancías que se indican. Entró en vigor ayer y su vigencia será de un año. La exención constituye la cereza del boyo del recién anunciado Pacica ¿En qué consisten las medidas involucradas en el Paquete? El presidente Hacienda anunció que se mantendrán los apoyos a los precios ---artificialmente bajos--- de la gasolina, gas y electricidad. Recursos que se podrían canalizar a otros rubros. Mantener el precio de los combustibles puede ayudar a contener la inflación, al ser de los principales insumos en cualquier proceso productivo, además de constituir uno de los elementos importantes en el costo del transporte. Pero esos estímulos cuestan y merman las finanzas públicas, además de ser profundamente regresivos ---benefician más a los grupos no vulnerables---.
Otra medida anunciada consiste en la continuación de los programas de ‘Sembrando Vida’ y ‘Producción para el Bienestar’. Que no tienen impacto en la reducción de los precios, y por ende, no tendrán ningún efecto en el futuro previsible. Se ampliará, anunció el presidente, el programa de entrega de fertilizantes a más estados del país. Surgen más dudas con este tema. ¿De dónde van a salir? Porque buena parte de la demanda se satisface con importaciones de países geopolíticamente inestables. Además, los ciclos agrícolas ya están en marcha, y, si bien en el mediano plazo podría haber algún impacto, éste sería acotado. Plantearse autosuficiencia en materias primas para la producción de fertilizantes y capacidad para producirlos. Aunque correspondiera a una voluntad real, únicamente será cristalizable en el largo plazo. En el ínterin, se podrá observar importación por entidades del gobierno. O lo que es igual, mayor merma del presupuesto federal.
Otra medida reiterada son los precios de garantía. Los precios de garantía son pagos del gobierno o sus entidades a los productores o coyotes a un precio más alto que el precio de mercado, que presionan los precios al alza. El programa de precios de garantía en operación involucra la producción de maíz, arroz, frijol y leche. El gobierno a través de sus entidades, a fin de beneficiar a los consumidores comercializará dichos productos por debajo del costo de adquisición, absorbiendo las pérdidas financieras. Los programas de este tipo han ocasionado en el mediano plazo desaliento en la producción de algunos productos, sobreproducción de otros y dan ocasión de corrupción. Los costos financieros del programa son cubiertos con recursos fiscales.
Entre las medidas se enumeran aquellas que de suyo son acciones normales de gobierno, y que se han descuidado, como la seguridad en carreteras, la reducción en costos y tiempo de despacho aduanal y el despacho ágil de carga en puertos marítimos. Si van en serio, sería muy bueno, pero su aportación en la lucha contra la inflación será menor y a largo plazo.
Tal vez la única medida eficaz que tendrá un efecto positivo en la reducción de precios en el corto plazo sea la referida a los aranceles de importación, pero sólo tendrá efecto sobre el precio de algunos bienes específicos de la canasta de bienes de consumo alimentarios, tales como papa, zanahoria, atún, trigo, maíz, limón, arroz, manzana, frijol y jitomate. Impacto positivo que tiene vigencia programada de un año. Aunque tal vez sea mejor, pues sus costos en mermarán el ingreso fiscal. Por otra parte, la introducción al mercado de productos importados, puede llegar a ser desalentadora para algunos grupos de productores.
Si la reducción de aranceles logra en el corto plazo reducir los precios agropecuarios, que es el grupo que más aporta al crecimiento de los precios, también puede ocasionar efectos positivos a través de su incidencia en los precios de los productos alimentarios procesados, el ritmo inflacionario general podrá abatirse parcialmente. El otro grupo, son las mercancías manufacturadas no alimenticias. Sobre cuyos precios no se plantean medidas eficaces. Otro grupo, en cuarto orden de incidencia en el crecimiento de los precios son los administrados por el gobierno, principalmente energéticos, que de mantenerse inalterables, no determinarán una regresión en la inflación, pues no tienen un peso significativo como para revertir la inflación.
En suma, la inflación reducirá su ritmo, quizá en el orden del 25 por ciento máximo, pero permanecerá en tanto no se instrumenten medidas eficaces de alcance general. En consecuencia, los pobres verán dañado su poder adquisitivo, con los consabidos efectos.