Sed de justicia, sin resabios
Entre la disyuntiva de gastar energía en vano por una causa perdida o invertirla en generar ideas positivas, prefiero lo segundo. Sin demérito de la importancia que reviste para los chihuahuenses que se haga justicia en el caso de la presunta corrupción durante el gobierno de Duarte, apuesto a que sean las autoridades correspondientes las que resuelvan.
Sin abonar más a las especulaciones sobre la presunta simulación, corrupción y persecución política durante el quinquenio de Corral, que sean, como dijo en algún momento la gobernadora, las instituciones (jurisdiccionales) las que se encarguen de resolverlo.
En vez de continuar alimentando resabios y distracciones sobre las responsabilidades de los últimos dos exgobernadores, es más importante para la sociedad superar los desafíos inerciales y empezar a percibir resultados de la palabra empeñada en las urnas.
Veo con agrado que, por citar un par de ejemplos, los alcaldes Bonilla (Chihuahua) y Pérez Cuéllar (Ciudad Juárez) se enfocan en acciones concretas, sencillas y cercanía con sus gobernados, propias de sus responsabilidades, en lugar de lamer heridas para mantenerlas abiertas.
Y precisamente porque le apuesto a que los resultados comiencen a verse, en esta entrega hago hincapié en aquello que trae inversión, que genera derrama económica, que favorece el desarrollo humano y le aporta valor agregado a las buenas y variadas cosas que tiene Chihuahua.
Hace unos días platiqué con la diputada Isela Martínez Díaz (PAN), presidenta de la comisión de Turismo del congreso local.
Durante el programa “el chacoteo con Narváez”, destacamos el tino de Maru Campos para crear la Secretaría de Turismo, del interés de desparramar mejor los recursos que se recaudan del impuesto sobre hospedaje y del diseño de políticas públicas que impulsen la actividad económica más noble que existe.
Habemus secretaría y secretario de Turismo (Edibary Gómez), sólo falta que a la brevedad posible se tenga el diagnóstico de la realidad en la materia, porque una cosa son los datos y cifras que por descontado se manejan cada temporada vacacional y otra cosa es contar con la resonancia magnética que detalle de lo que se tiene.
Ya sabemos que la entidad cuenta con una aceptable infraestructura para recibir al turismo; que se captan escasos 80 millones de pesos por concepto del ISH y que la actividad se concentra esencialmente en Juárez, Chihuahua y la Sierra.
El paso siguiente, sin perder más tiempo, es la de convocar a foros en todo el territorio estatal para integrar el padrón de los atractivos turísticos en Chihuahua, de las celebraciones en cada localidad, de las artesanías por región y de la gastronomía, la local y la que se ha desarrollado por aquellos que han llegado de otras latitudes del país.
Es imperativo reconocer que Chihuahua Tiene Todo, no solamente una majestuosa Sierra Madre Occidental, encuentro y convivencia entre 6 culturas, minería, pesca, turismo médico y de negocios, vitivinicultura en auge y una soberbia cultura e historia; sino también valores y cualidades de sus habitantes.
Espero sinceramente que la historia turística parcialmente aprovechada, ahora sí germine en una amplia y mejor distribuida oferta en el rubro, de tal suerte que, haya justicia para los chihuahuenses herederos de esta tierra de ensueño.
Ojalá que el deseo de querer hacer bien las cosas y sin cargarle más gasto burocrático a las fianzas, se refleje en resultados al corto y mediano plazo.
Sería devastadora la simulación de dejar que unos cuantos decidan y se repartan los frutos de nuestra tierra.
Es cuanto.