Vuelven a México bienes patrimoniales
Un total de 79 piezas arqueológicas y dos paleontológicas fueron restituidas la semana pasada a México; los objetos de las culturas maya, zapoteca y teotihuacana fueron entregados de manera voluntaria por una pareja estadounidense en el Consulado de México en Los Ángeles. También la Embajada de México en Suecia recibió dos piezas prehispánicas que la compañía sueca Absolut uso en las décadas de los 50 y 60 para una campaña publicitaria y que el INAH dictaminó son originarias de la tradición cultural de Tumbas del Tiro, la cual se desarrolló entre los años 300 a.c. al 600 d.c. en el occidente de México.
Vestigios únicos
Tenochtitlan imperó el tzompantli que ensartaba los cráneos en estacas de madera o que los empotraba en muros, mientras en Yucatán se incrustaban en las antiguas edificaciones hasta formar parte de las paredes, ejemplifica Montes de Paz, pero hasta ahora no se habían documentado en cuevas ni dispuestos en un altar como el que pudo haberse construido con las piezas de madera que se encontraron alrededor.
“Cuando nosotros vemos que en la cueva de Comalapa hay muchas varas, eso nos da elementos para discernir que se trató de un altar, es decir que hicieron una mesa con varas y ahí colocaron estos cráneos. A través del tiempo y como son material perecedero, unas pudieron haberse desintegrado”.
Aunque otras permanecieron, el desmoronamiento del resto pudo provocar que los cráneos se encontraran desperdigados en el sitio.
Estudian uso reciente
Los cráneos de Comalapa proveen también información del uso ritual de la cueva en tiempos recientes, pues algunos presentan huellas del fuego que provocaron velas encendidas de cuya cera se hallaron restos.
“El planteamiento es que (la población) bajaba para hacer alabanzas, cantos, porque en Chiapas se acostumbran estos rituales en comunidades de los Altos, de la montaña o de la selva”, indica Montes de Paz.