C o nsecuencia sdelbo za l
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Ciudad de México— Si le ponemos un bozal a un perro que no está acostumbrado, lo que va a hacer es intentar quitárselo. Puede lograrlo, y si no es así, rendirse o insistir hasta, incluso, hacerse daño.
Por ello, si debemos ponerle bozal a nuestro perro, es importante dedicar un tiempo (semanas) a entrenar. El objetivo es conseguir que lo vea como algo normal y no le cause molestias.
¿CUÁNTO Tiempo se PUEDE QUEDAR con Él PUESTO?
Un bozal, debería ser visto por nuestro perro como su arnés de paseo. Todos se lo ponemos a nuestro perro al salir de paseo y durante este, pero le liberamos de él al llegar a casa. Hacemos esto porque sabemos que realmente está más cómodo. ¡Algo así como quitarse el sujetador o los zapatos al llegar a casa!
El bozal, sin embargo, no es un elemento de paseo, sino de prevención o legalidad, y una vez pasen este tipo de circunstancias deberíamos retirárselo al perro.
¿QUÉ PERRO TIENE QUE llevarlo?
1. Los considerados PPP (Perros potencialmente peligrosos): hoy en día estas razas, catalogadas como perros potencialmente peligrosos están obligadas a llevar bozal en la vía pública.
2. Cualquier perro en el TP (trasporte público) está obligado a llevar bozal, independientemente de su tamaño o raza.
3. Los que a consecuencia de su conducta pueden suponer un riesgo de mordida: un perro que tiene una conducta que puede infligir daños a terceros, por responsabilidad debería llevar bozal. Además de, participar en algún programa de modificación de conduta dirigido por un profesional del comportamiento canino.
¿cómo ACOSTUMBRARLO?
1. Elegir el modelo y el tamaño: existen diferentes tipos de bozales en el mercado y sin embargo solo hay un modelo de bozal recomendable y es el bozal de cesta.
2. El bozal de cesta tiene tiras a modo de jaula y permite que le perro pueda jadear, comer e incluso beber. Hay que elegir una talla y diseño que sea cómoda para el perro. Fíjate que se amolde a su hocico y le permita abrir la boca para traspirar.
3. Los bozales de embudo que cierran la boca del perro, se emplean para inhibir conducta y castigar. No respetan el bienestar de nuestro perro, al no permitirle jadear ni beber, por lo que no son recomendables y mucho menos con altas temperaturas.
4. Asociarlo con premios y comida: enseñarle el bozal y darle comida varias veces para después premiarle cada vez que lo sostenga en su hocico e ir alargando el tiempo son las claves para el éxito.
5. Ponerle el bozal para jugar y olfatear: de manera que esté entretenido y no se ocupe en quitárselo.