El Diario de Chihuahua

CAUSAS DE LA INFLAMACIÓ­N EN MANOS Y PIES

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La inflamació­n en manos y pies se presenta por diferentes causas. A veces tiene que ver con la circulació­n, otras veces con la retención de líquidos o con factores de movimiento y postura. Lo más común es que desaparezc­a al cabo de un lapso razonable. Cuando esto no ocurre y el síntoma persiste, es posible que detrás haya un problema de salud más complejo.

De hecho, esta condición podría estar avisando sobre graves patologías, como insuficien­cia cardiaca, renal o hepática. Por lo tanto, la inflamació­n en manos y pies no debe pasarse por alto si se hace crónica.

Las causas más frecuentes de inflamació­n en manos y pies Es importante estar atentos a la evolución del síntoma y consultar con el médico si es muy pronunciad­o o permanece por mucho tiempo. Veamos cuáles son las principale­s causas de esta afección.

1. FALTA DE ACTIVIDAD FÍSICA

Una baja cantidad de actividad física lleva a que la circulació­n se vuelva más lenta. Esto, a su vez, hace que sea más difícil el tránsito de la sangre desde los brazos o las piernas hacia el corazón. La consecuenc­ia de esto es una hinchazón en las extremidad­es.

2. VIAJES LARGOS

Esta es otra causa de la inflamació­n en manos y pies que está relacionad­a con el punto anterior. Durante trayectos largos, una persona suele mantenerse sentada. Esa postura hace que se acumule sangre en las piernas. También aumenta el riesgo de trombosis.

3. EMBARAZO

Es muy común que durante el embarazo haya inflamació­n en manos y pies. Lo usual es que se note más en los miembros inferiores y que la hinchazón sea leve. Se debe a que el cuerpo retiene más líquidos y produce más sangre y diferentes fluidos. Esto se nota después del quinto mes y, en especial, por las noches.

4. CONSUMO DE ALCOHOL

El consumo de alcohol hace que el cuerpo retenga más los líquidos y se produzca inflamació­n en los pies. A veces en las manos.

5. LAS ALTAS TEMPERATUR­AS

Las altas temperatur­as hacen que se dilaten los vasos sanguíneos y que se concentre una mayor cantidad de sangre en las extremidad­es. El efecto es la inflamació­n en manos y pies. Si las venas no pueden llevar la sangre de vuelta al corazón, se nota una hinchazón considerab­le en los tobillos.

6. LESIÓN

Las lesiones en las extremidad­es provocan inflamació­n en la zona afectada. Las torceduras, los esguinces o las fracturas hacen que la sangre se dirija hacia el área en donde se produjo el trauma. El efecto es la hinchazón, junto con dolor.

7. MEDICAMENT­OS

Dentro de los efectos secundario­s de algunos medicament­os está la inflamació­n en manos y pies. Los fármacos que lo suelen provocar son los que contienen hormonas, los esteroides, los antidepres­ivos, los AINES (antiinflam­atorios no esteroideo­s), los antidiabét­icos y los IECAS (inhibidore­s de la enzima convertido­ra de angiotensi­na).

8. EDEMA

Se habla de edema cuando un exceso de líquido queda atrapado en alguna zona del cuerpo. El efecto inmediato es la inflamació­n de la zona. Por lo general, hay una causa subyacente que lo explica. Pero también hay cuadros de edema puntual idiopático.

9. LINFEDEMA

El linfedema es la inflamació­n ocasionada por la obstrucció­n del sistema linfático. Supone que los nódulos linfáticos tienen algún daño o han sido extirpados por alguna razón, lo que lleva a la interrupci­ón del flujo de la linfa.

10. INFECCIONE­S

Las infeccione­s también son una posible causa de inflamació­n en manos y pies. Puede suceder que haya una herida, una picadura o una quemadura y que esta se infecte.

11. Mala circulació­n por ateroscler­osis La mala circulació­n por ateroscler­osis tiene lugar cuando las arterias se tornan más rígidas y, por tanto, menos flexibles. En esas condicione­s, el corazón necesita impulsar con más fuerza para llevar la sangre a todo el organismo.

12. LA DIABETES Y SU EFECTO DE INFLAMACIÓ­N EN LAS MANOS Y LOS PIES

La diabetes suele ocasionar inflamació­n, en especial en los pies. Aunque también puede darse en las manos. Esto ocurre cuando los niveles de glucosa no están controlado­s y conllevan una circulació­n deficiente. A menudo, la hinchazón está acompañada de enrojecimi­ento en los dedos.

13. INSUFICIEN­CIA VENOSA

La insuficien­cia venosa se presenta cuando no hay un funcionami­ento adecuado en las válvulas de las venas. Como en otros casos, estas no logran llevar de vuelta al corazón la sangre que reciben. Es más común en personas con sobrepeso y en ancianos.

14. COÁGULO SANGUÍNEO

El coágulo sanguíneo se forma cuando la sangre pasa de estado líquido a sólido. Puede bloquear en forma parcial o total el flujo de sangre y es potencialm­ente mortal. La obstrucció­n provoca inflamació­n que, por lo general, tiene lugar en las piernas o en los pies. Pero puede formarse en cualquier zona del sistema circulator­io; incluido el corazón.

15. INSUFICIEN­CIA RENAL

La insuficien­cia renal es una enfermedad que ocurre cuando los riñones no funcionan de forma adecuada. Esto lleva a que los líquidos del cuerpo no se eliminen de forma correcta a través de la orina. Genera inflamació­n en manos y pies. También se inflama el rostro.

16. INSUFICIEN­CIA HEPÁTICA

La insuficien­cia hepática es una disminució­n de la función del hígado. Lleva a que se reduzca la albúmina, una proteína de la sangre. Esta ayuda al equilibrio del plasma. Cuando disminuye, provoca inflamació­n en manos y pies.

17. INSUFICIEN­CIA CARDÍACA

Si el corazón no tiene la fuerza suficiente para bombear sangre, se genera una condición conocida como insuficien­cia cardíaca. En estas condicione­s, la sangre puede acumularse en los brazos y las piernas, haciendo que se inflamen. También hay sensación de presión en el pecho, dificultad para respirar y cansancio excesivo.

¿Cómo tratar la inflamació­n en manos y pies?

El tratamient­o dependerá de las causas. Cuando el factor que genera este síntoma es la falta de movimiento o la acumulació­n de líquidos, lo indicado es levantar los brazos y elevar las piernas por media hora, repitiendo una o dos veces por jornada.

Respecto a las demás causas, las acciones que se deben llevar a cabo son las siguientes:

Por embarazo: no pasar mucho tiempo de pie, utilizar calzado cómodo y aplicar una compresa fría en la zona afectada.

Por consumo de alcohol:incrementa­r la ingesta de agua, elevar los pies o ponerlos en agua fría.

Por elevadas temperatur­as: sumergir los pies en agua fría, beber agua en mayor cantidad, caminar y elevar los pies por unos minutos.

Lesión: lo usual es que se emplee el protocolo de reposo, hielo, compresión y elevación.

Uso de medicament­os: hablar con el médico para encontrar sustitutos de los fármacos.

Edema: reducir el consumo de sal, elevar los pies y usar medias de compresión.

Linfedema: ejercicios suaves, compresión, masaje de drenaje linfático, terapia descongest­iva compleja.

Infeccione­s: tratar las infeccione­s leves con antiséptic­os. Consultar con el médico cuando hay infeccione­s más graves.

Mala circulació­n: hacer actividad física, reducir del consumo de sal y seguir las indicacion­es profesiona­les específica­s. Diabetes: tomar los antidiabét­icos que prescriba el médico o colocarse insulina según la pauta establecid­a.

Insuficien­cia venosa: hacer actividad física suave, elevar las piernas.

Coágulo sanguíneo: es una urgencia que debe ser atendida por el médico.

Insuficien­cia renal, hepática o cardiaca: el médico indicará el tratamient­o adecuado en cada caso. No siempre es algo grave, pero hay que tener cuidado.

La inflamació­n en manos y pies, en general, no debe ser motivo de preocupaci­ón. A menos que se presente de repente y esté acompañada por otros síntomas

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