LLEVA FAMILIA DE UCRANIA CUATRO MESES SIN RESIDENCIA TEMPORAL
Ivette Rossano regresó a su estado natal, pues la guerra amenazaba sus vidas
A inicios de este año, la vida para la familia de Ivette Rossano cambiaría por completo; emprenderían un viaje de 600 kilómetros y tres días de recorrido buscando salir de un contexto de guerra; Ucrania, el país de donde huían, era atacado, había bombardeos y detonaciones y el miedo de morir obligó a la chihuahuense a regresar a su estado natal en el que encontró un refugio.
“En ese momento tienes que pensar rápido y sobre todo actuar inmediatamente, por lo menos para mi familia y para mí la opción de quedarnos no era una, sabíamos que teníamos que hacer lo que fuera necesario para estar seguros y para eso teníamos que huir”.
Sin embargo, tras cuatro meses de lo sucedido y a pesar de sentise acogida por gran parte de los chihuahuenses, Ivette, su esposo, su hijastro y su cuñada, siguen sin obtener la residencia temporal para refugiados.
“Por parte de la ciudadanía nos hemos sentido muy bienvenidos, la gente nos ha ayudado en mil y una forma; sin embargo, a lo que más nos hemos tenido que adoptar es sobretodo a los trámites burocráticos y gubernamentales, pues no hemos podido obtener nuestra residencia temporal, a las instituciones les resulta complicado porque no tienen conocimientos de los procesos para refugiados”, comentó.
Ante la situación, Ivette hace tres semanas que consiguió un trabajo en una empresa regia y su esposo continúa en homeoffice en su trabajo como programador a distancia, en el que antes de la guerra se dedicaba a tiempo completo en Ucrania, esto aunado al apoyo que reciben por familiares, amigos y voluntarios, ha mejorado su situación económica en su estancia temporal aquí en el estado.
Para ella vivir la guerra y ser refugiada en su estado natal ha sido de las pruebas más duras en su vida, emprendió un viaje en el que su vida y la de su familia estaban en peligro; un viaje no único pues a su vez emergían familias mexicanas que buscaban salir de Ucrania.
“Tan pronto y sea seguro y termine la guerra volveremos a nuestro país, es una situación muy complicada la que vivimos, pero no había opción más que salir con vida o quedarte a recibir un misil o una bomba”, finalizó.
Una fecha para fomentar la empatía
Cada año, designado por las Naciones Unidas, se conmemora el Día Mundial del Refugiado, un día internacional que busca honrar a las personas refugiadas y desplazadas de todo el mundo. Este año, bajo el lema “Quién sea. Dónde sea, Cuándo sea. Toda persona tiene derecho a buscar protección”, se busca fomentar la empatía hacia las personas que han sido forzadas a huir y que se encuentran en circunstancias difíciles. Según la Convención sobre el Estatuto de los Refugiados de 19951 y su protocolo de 1967, constituyen que las y los refugiados merecen los mismos estándares de tratamiento que el resto de extranjeros en un país y en muchos casos, el mismo que los nacionales.