Marina Mercante, área de oportunidades para México
Ninguna nación fue arruinada jamás por el comercio”
BENJAMÍN FRANKLIN.
El pasado 1 de junio se conmemoró el Día de la Marina Nacional, instituido bajo la administración del presidente Manuel Ávila Camacho según publicación de fecha 30 de abril de 1942 del DOF. Uno de los motivos clave para instituir esta fecha fue: “…que las expediciones marítimas escribieron en la historia del mundo las páginas más brillantes, al entregar a la cultura nuevas tierras y fuentes de riqueza que no hubiesen sido conocidas sin el arrojo de los navegantes, siendo ellos a quienes corresponde el mérito de contribuciones fundamentales para el incremento de la civilización… sirva para estimular los esfuerzos de quienes contribuyeron al desarrollo de esa actividad y corresponder a los méritos de los que, con su ejemplo, colocaron las bases sobre las que descansa …”.
Como bien apunta el acuerdo en su segundo considerando, se trata de estimular el esfuerzo de quienes “…colocaron las bases sobre las que descansa…”. En tal sentido es conveniente destacar esas bases a las que el acuerdo hace referencia, son 4: Barcos, cargas, puertos y recursos humanos. Es un común denominador en todas las marinas mercantes del mundo.
De acuerdo a la Conferencia de las Naciones Unidas sobre Comercio y Desarrollo (UNCTAD por sus siglas en inglés), dirigida por la costarricense Rebeca Grynspan, el 80% de las cargas que se mueven en el mundo lo hacen por barco, de ahí la importancia capital que tiene el comercio marítimo en la economía global.
Según la UNCTAD, los países que lideraron en 2019 el tonelaje de peso muerto o TPM (medida para determinar la capacidad de carga de un barco) son Grecia, Japón, China, Singapur, Hong hong, Alemania, República de Corea y Noruega, de una lista de los 35 países líderes en TPM, en los que no aparece México.
También la UNCTAD tiene registrado el record de los principales países propietarios de buques, encabezado por Grecia, seguido de Japón, Estados Unidos, China, Noruega, Singapur, Alemania, Reino Unido y Hong hong, de una lista de 25 naciones, sin que aparezca tampoco México.
En tanto que las principales banderas de registro por TPM corresponden, en ese orden, a Panamá, Islas Marshall, Liberia, Hong hong, Singapur, Malta, China, Bahamas y Grecia, entre los 35 principales pabellones. Tampoco aquí figura nuestro país.
¿nué falta para que México figure en alguna lista de este tipo si aparecen países con un PIB y PIB per cápita mucho menor que el nuestro, tales como Noruega, Bahamas, Singapur, Liberia, Panamá, Hong hong, Grecia, Islas Marshall o Malta?
En mi opinión inciden varios factores, entre otros, la falta de difusión del gran potencial que representan los fletes que genera el movimiento mundial de cargas; la complejidad burocrática para la adquisición y/o abanderamiento de buques y plataformas; y, por si fuera poco, los altos impuestos aplicables a este tipo de transacciones.
En 31 años no ha cambiado gran cosa la situación de la Marina Mercante en México. El 28 de junio de 1991 sustenté examen profesional de derecho en la Universidad Villa Rica de Boca del Río, Veracruz (actualmente UVM) con la tesis “Breve estudio de la nacionalidad de los buques mercantes y el cambio de bandera mexicana como causa de rescisión de las relaciones laborales”. En ella hago un análisis de la difícil situación de la Marina Mercante Nacional (MMN) de aquella época. Si la comparamos con la actual, repito, no ha mejorado.
Los marinos mercantes mexicanos seguiremos esperando que el presidente de México en turno (del color que sea) impulse con mayor contundencia el negocio marítimo, pues no sólo son cargas las que se mueven desde y hacia nuestro país. La MMN es más que eso: buques off shore de apoyo logístico para exploración y explotación petrolera (apoyo general, estimulación de pozos, inspección, mantenimiento y reparación de plataformas), buques abastecedores, remolcadores, plataformas de exploración y explotación petroleras, buques pesqueros de altura, cruceros y transbordadores, son la gran gama de servicios que la Marina Mercante ofrece al desarrollo de cualquier país. En el nuestro, si bien es cierto se da ese desarrollo, no lo es ni en el nivel deseable dados sus vastos recursos ni en barcos de bandera mexicana. Por otra parte, una gran cantidad de plataformas de exploración y explotación que utiliza Petróleos Mexicanos resultan ser arrendadas a compañías trasnacionales a un alto costo.
Es lamentable que al empresariado mexicano no le interese o no esté preparado para entrarle al grandísimo negocio de los fletes y servicios marítimos, siendo que México es un país privilegiado que cuenta con excelentes puertos de carga situados estratégicamente a lo largo y ancho de su territorio. Contamos con unos de los mares territoriales y patrimoniales más ricos y extensos del mundo. Según el Instituto Nacional de Ecología y Cambio Climático, el litoral mexicano alcanza los 11,592.77 km2, con una superficie de 357,795 km2 de plataforma continental y una zona económica exclusiva de 21’946,825 km2, de tal magnitud es nuestra riqueza. Marinos mercantes calificados no nos faltan. Cargas de exportación e importación nos sobran.
¿nué nos falta?, en mi opinión, que el gobierno impulse esta importante rama de la economía facilitando y/o impulsando la construcción, adquisición y/o abanderamiento de buques y plataformas. Pero lo más importante, que los inversionistas nacionales le pierdan el miedo al éxito. nue así sea.