¿En qué trabajaría un expresidente de México?
Después de ser cuasi dios terrenal, al terminar el encargo que los mexicanos le confirieron, los expresidentes tienen opciones para conseguir empleo. Antes vivían de la pensión como ex mandatarios pero López Obrador decidió que ya no recibieran ese auxilio económico al concluir su administración. Una medida que no a todos afectó. El primero que renunció a la famosa pensión fue Carlos Salinas de Gortari. Él se alejó de los reflectores por un buen tiempo y después se dedicó a lanzar dardos venenosos en forma de libros sobremanera en su famoso texto Década Perdida.
Pero Ernesto Zedillo, quien ha sido el presidente con mayor grado académico pues es doctorado en la Universidad de Yale en Ciencias Económicas, no tuvo mayor problema para encontrar oficio después de la presidencia y así no depender de las dádivas. Ha laborado en el Centro para el Estudio de la Globalización en Yale University. Ahí ha impartido cátedras de Economía y Política Internacional, Medio Ambiente y Ciencias Forestales. También es miembro del buró directivo de Citigroup y director del Concilio Económico de la Fundación Rockefeller para la Salud Planetaria. Ese hombre tiene de dónde vivir. A sus setenta años sigue en plena actividad profesional.
Vicente Fox administra su rancho –el San Cristóbaly Preside el Centro Fox, un complejo multidisciplinario ubicado a las afueras de León, Guanajuato y en sus tiempos libres defiende el libre comercio de la mariguana y ataca a AMLO. Tiene su dinerito para vivir. A sus 79 años no dudamos que guste de supervisar la ordeña de sus vacas. Ranchero al fin y al cabo, señor trabajador.
Felipe Calderón prescindió de la pensión de retiro porque la donó a la organización Aquí Nadie se Rinde para apoyar a niños, niñas y adolescentes mexicanos que luchan contra el cáncer infantil. Además es presidente de la Comisión de Medio Ambiente y Sustentabilidad en la Federation Internationale de l´automobile. Por ello no es coincidencia que haya estado en Montecarlo cuando Checo Pérez ganó ese gran premio de la Fórmula Uno. Tendrá un salario nada despreciable. Y la oportunidad de viajar por el mundo.
¿Qué hará AMLO cuando termine su sexenio? Si usted fuese de sus seguidores, fuese empresario y quisiera ayudarlo con un empleo ¿qué puesto le daría? ¿Presidente del Consejo de Administración? ¿Contador? ¿Contralor? ¿Copywriter? ¿Traductor? ¿Intérprete? ¿Vocero? ¿Director de Operaciones? ¿Sales Manager? ¿Créditos y Cobranzas? ¿Marketing? ¿Community Manager? ¿Relaciones Públicas? ¿Chief Executive Officer? ¿Relaciones internacionales? ¿Business development? ¿Gerente de tecnologías de la información? ¿Financial Advisor? ¿Oficina de quejas? ¿Catedrático? No, creo que no hay puesto disponible para él.
La profecía. Si no puede quedarse un rato más en la Presidencia, si no se crea una vicepresidencia para él, si es imposible nombrarlo senador vitalicio, sea quien fuere el próximo o próxima mero o mera - él no abandonará la política. Estará detrás o delante de quien detente la Presidencia. Hará una gira –léase de proselitismo- para agradecerle al pueblo de México el apoyo que le brindaron durante su mandato. Recorrerá todos los municipios del país y estará en eterna campaña. Ojalá no siga el ejemplo de Luis Echeverría Álvarez quien ahora trabaja arduamente en no morirse a pesar de sus más de cien años de vida. Mala yerba, nunca muere, dice la sabiduría popular. Tendremos a AMLO para rato, mientras Dios le conceda vida, salud y facultades del habla les apuesto a que no se irá a su rancho aunque lo manden allá ciento treinta millones de veces.
A mi álter ego le sorprende esta disposición de Recaudación de Rentas de Chihuahua. Para que un coche esté a nombre de una persona necesita presentar ¡licencia de manejo! Aunque no sepa conducir, esté ciega, tetrapléjica, sorda. Es discriminación porque quienes no tengan capacidades para ponerse frente al volante y no estén dispuestos a burlarse de la ley, no pueden poseer vehículos.