El Diario de Chihuahua

Pobre México

- Armando Fuentes Escritor iudad de México–

CDon Chinguetas, ya lo sabemos, es un marido tarambana, dado a liviandade­s. Esta mañana su esposa le dijo: "Me contaron que anoche te gastaste 10 mil pesos con una mujer de la vida galante". "¿Fue con una mujer de la vida galante? -exclamó don Chinguetas-. ¡Bendito sea el Señor! ¡Yo pensé que los había perdido!". Prosapina, la hija del duque Sopanela, habló con su progenitor: "Entiendo, padre mío, que el honor de nuestra familia ha pasado de generación en generación". "Así es, hija mía -confirmó el marqués-. De generación en generación ha ido pasando el honor de nuestra familia". "Pues lamento decirte -le informó Prosapina-, que en mi generación ya se detuvo".el candidato presumía de moral. Afirmó en un discurso de campaña: "Hay 15 casas de mala nota en esta ciudad, y no he ido a una sola de ellas". De uno de los asistentes al mitin surgió una pregunta: "¿A cuál es a la que no ha ido?". El Estado mexicano, desorganiz­ado, ha perdido toda autoridad frente a la delincuenc­ia organizada. La cabeza del gobierno anda mal, y cuando la cabeza falla todo el cuerpo falla. Una y mil veces se ha dicho que la política de "abrazos, no balazos" a más de tonta -otra palabra más fuerte hay para calificarl­aes contraria a la ley y al interés comunitari­o. El Ejército y la Marina, antes institucio­nes respetable­s y respetadas, son ahora objeto de escarnio y befa por quienes atentan contra el orden jurídico, que secuestran a soldados y marinos, los persiguen y los hacen objeto de injurias y maltratos. Por lo que hace a la Guardia Nacional tal se diría que está pintada en la pared. AMLO puso el grito en el cielo cuando un funcionari­o norteameri­cano declaró que al menos una tercera parte del territorio mexicano está bajo el control -o sea bajo el gobiernode los cárteles de la droga, pero el dato del estadounid­ense se ve real. Tal es el caso del llamado "triángulo dorado", que abarca partes de los estados de Chihuahua, Durango y Sinaloa, donde la única ley que rige es la impuesta por los narcotrafi­cantes. El asesinato de los dos sacerdotes jesuitas sacrificad­os en la Tarahumara, donde igualmente impera la violencia criminal, es resultado de esa política de tolerancia impuesta por quien tiene como una de sus obligacion­es principale­s la de dar seguridad a la población. El crimen cometido en Cerocahui hundirá todavía más el nombre de México en el extranjero, y esa pérdida de prestigio redundará en graves daños a la economía del país, gobernado, a ojos de los inversioni­stas internacio­nales, por un régimen de izquierda obsoleta y anacrónica presidido por un caudillo de conducta imprevisib­le, hostil a la empresa y a los empresario­s. Cada vez la delincuenc­ia ocupa más espacios y cada vez la sociedad civil sufre en mayor medida los efectos de la lenidad e ineficienc­ia del gobierno. Pobre México, tan lejos de la ley y tan cerca de la criminalid­ad. Don Sinople, el marido de doña Panoplia de Altopedo, dama de buena sociedad, le dijo a su chofer: "Te regalo esta piyama. La compré ayer y anoche me la puse, pero a mi esposa no le gustó". "Le agradezco mucho el obsequio, señor -replicó el chofer-, pero si la piyama no le gustó a la señora con usted, conmigo tampoco le va a gustar". El vecino de Libérula, joven mujer de conducta generosa, tenía un perico al cual ponía en la ventana para que tomara el sol. Cada vez que Libérula pasaba frente a su jaula el loro le decía: "Piruja". Ella se quejó con el dueño del cotorro, y el hombre lo amenazó: si le volvía a decir "piruja" a la vecina le retorcería el pescuezo. La siguiente vez que Libérula pasó por ahí le dijo el perico: "Ya sabes". FIN.

 ?? ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Mexico