El rostro perfecto según las matemáticas
El cálculo de proporciones armónicas define el ideal de los rasgos según los antigüos griegos
Existen ciertos lineamientos de apreciación, pero también de rigor científico, para definir cómo es un rostro perfecto. ¿Quieres saberlo?
¿Cómo es un rostro perfecto? ¿Tiene acaso una piel brillante y suave, unos ojos grandes y expresivos, unos labios gruesos o unos pómulos sobresalientes? En realidad un rostro perfecto se define por diversas razones. Una de ellas a través de las matemáticas, las cuales se encargan de calcular las proporciones armónicas de un rostro.
Los antiguos griegos afirmaban que en la naturaleza había una “proporción áurea” de la perfección física. Ellos descubrieron o, mejor dicho, definieron que 1:1.618 era la proporción ideal de dos partes de cualquier objeto, ya sea un pétalo de una flor, una concha de caracol o el rostro humano.
Algunos estudiosos incluso especulan que Leonardo da Vinci usó la proporción áurea, o Divina Proporción, al pintar su obra maestra La Mona Lisa.
Según la proporción áurea
La proporción áurea ha ayudado a científicos a determinar las proporciones ideales que un rostro debe tener para ser considerado perfecto. Esta proporción mapea la distancia óptima que debe existir entre los ojos, la longitud de la barbilla y la posición y longitud de la boca y la nariz.
Otros factores a considerar más allá de la proporción áurea
Sin embargo, no todo se define por la proporción áurea. Existen otros factores por los que la sociedad puede considerar un rostro como atractivo y que la ciencia ha avalado a través de distintos estudios.
Un estudio reveló que los hombres calificaron como más atractivos los rasgos parecidos a los de un bebé: “ojos grandes, nariz pequeña y barbilla pequeña”. Caroline Keating, experta en comunicación no verbal de la Universidad Colgate de Nueva York, declaró a BBC Future:
“Los ojos grandes, las pestañas largas, las cejas arqueadas, los labios carnosos, la barbilla pequeña, la cara redonda, la nariz pequeña y bonita: si no estuviera describiendo a un bebé, estaría describiendo a una supermodelo”.
Rostros familiares y fáciles de recordar
Las caras sencillas no solo son más fáciles de calcular para nuestro cerebro, sino que también son las que los hombres encuentran más atractivas, según un estudio de 2016.
“Piensa en un emoticono”, explica Bill von Hippel, profesor de psicología de la Universidad de Queensland, a News.com.au. “Tienes dos puntos y una línea curva que inmediatamente todo el mundo procesa como una sonrisa. Es escaso, es sencillo. Es familiar y fácil de entender”.
El profesor continúa explicando: “La parte del cerebro que procesa estas cosas significa que es en gran medida una reacción involuntaria, automática, probablemente en gran parte inconsciente”.
La percepción de la salud
Los rasgos que indican salud y vitalidad se valoran y se consideran seductores. Esto incluye cosas como el color de la piel. No se trata de un color concreto, sino de la homogeneidad del color, es decir, la uniformidad del tono de la piel. Esto, junto con una textura suave, pocas manchas y líneas de expresión, se asocia con una piel saludable.
Se considera que estas cualidades significan salud incluso cuando se muestra a alguien un trozo de piel sin el rostro completo. El estado de la piel es un marcador especialmente útil del estado de salud actual.
El enrojecimiento de las mejillas y los labios puede ser una señal de buena salud y de sangre más oxigenada, lo que explica la asociación entre el enrojecimiento y el atractivo.