Revelaciones de EU del jefe policiaconarco
“¡No voy a guardar silencio porque es la verdad!, No, no, discúlpeme señor Presidente, yo no le puedo decir bienvenido porque para mí no lo es, porque aquí, son más de dos años que se están cometiendo asesinatos… yo quiero que esto sea el Juárez de antes, no es justo que mis muchachitos estaban en una fiesta, quiero que usted se retracte de lo que dijo, que eran pandilleros. ¡Mentira! Uno de mis hijos estaba en la UACH y el otro estaba en la prepa…estudiaban y trabajaban, le apuesto a que si a Usted le hubieran matado un hijo, usted haya debajo de las piedras buscaba al asesino, siendo que como yo no tengo recursos, yo no los puedo buscar…siempre dicen lo mismo, el Ferriz, el Baeza...”.
Estas fueron las palabras de Luz María Dávila, madre de dos jóvenes asesinados junto a otros más, estudiantes, todos entre 14 a 18 años, lo que se conoció como la masacre de Villas de Salvárcar de Ciudad Juárez en 2010.
Felipe Calderón salió a declarar que eran pandilleros, sin saber que eran estudiantes y por eso el reclamo de la mamá de dos de ellos al entonces Presidente en Juárez; al lado de él Margarita, su esposa, y al lado de ambos Genaro García Luna, jefe de la Policía Federal puesto por Calderón y sostenido todo el sexenio, colaborador cercano y de todas sus confianzas, hoy preso en Estados Unidos y procesado por nexos con el Cártel de Sinaloa, por su colaboración con el mismo y diversos delitos.
La semana pasada, The New York Times y varios medios relevantes de Estados Unidos, así como en México, revelaron una filtración de lo que la Fiscalía de EU encargada del caso hizo del conocimiento al juez: que Genaro García Luna amenazó e intimidó a testigos para que no declararan en su contra.
Junto a García Luna también han sido detenidos sus principales colaboradores y jefes policiacos del país de entonces. Por lo que la información que revela el NYT es relevante, no sólo porque en los seis años de Calderón el crimen organizado estaba en su gobierno y él sigue libre alegando que no sabía (aunque un general del Ejército, de alto rango pues era subsecretario de la Defensa, ya reveló que él le dijo personalmente a Calderón de los nexos de su jefe policiaco con el crimen organizado y como represalia fue apresado y procesado con delitos inventados en 2012 antes de que terminara el sexenio).
Es relevante también por lo que va a significar el veredicto para el país. Va a mostrar al mundo el más alto nivel de que alcanzó el narco, hasta la Presidencia de la República.
Pero sobre todo es relevante para entender la violencia que desató y que la Organización de Naciones Unidas (ONU), en abril de este año 2022 en un informe, lo establece como causante del aumento considerable de la violencia en México, por homicidios y desapariciones, a partir de su declaración de “Guerra contra el Narcotráfico” que no fue otra cosa que la guerra del grupo delictivo de García Luna contra sus rivales.
La realidad que va a mostrar es que no había una línea divisoria entre los criminales y la autoridad. Porque en esos años muchos policías federales fueron acusados de secuestro, extorsión y homicidios, (muchos más no denunciados por temor), pero los procesos nunca avanzaron, porque el jefe máximo de la Policía Federal era el jefe máximo también del grupo organizado del crimen, según lo que ha investigado la Fiscalía Norteamericana.
No había estrategia sino pretexto para delinquir, y a la par le sirvió a Calderón para intimidar y mostrar “poder” ya que venía de un fraude electoral con complicidad de Fox, empresarios corruptos y de la autoridad electoral.
Es importante seguir el juicio porque de esa manera sabremos cómo descompusieron al país García Luna y Calderón, convirtiéndolo en lo que es hoy: un campo de guerra, porque las consecuencias siguen hasta hoy, porque heredaron una Policía Federal que, la mayoría de sus miembros (había también buenos elementos pero eran los menos) era parte del crimen organizado, y entonces el actual Presidente no tenía una fuerza que combatiera el crimen.
Por eso la creación de la Guardia Nacional y la extinción de la Policía Federal (de la cual muchos de sus elementos fueron dados de baja apenas hace unos meses). Porque nuestro Presidente empezó su sexenio con una fuerza policiaca cooptada por el narco y que seguramente hoy siguen muchos de ellos.
El Papa Francisco bien lo dijo esta semana: la violencia no se combate con más violencia. Esto quiere decir que la estrategia no es hacer de las calles un campo de batalla, sino fortalecer a las fuerzas del orden, a la sociedad y sobre todo dotar a los jóvenes con oportunidades (por eso las becas y apoyos con el programa de Jóvenes Construyendo el Futuro), y atacar a los criminales en sus estructuras financieras y de complicidades, sin las cuales no son nada, además de ir tras los objetivos de mayor violencia pero sin declararles la guerra, sino haciendo lo que corresponde.
Pero el Gobierno Estatal debe hacer su parte, también, atender las denuncias de complicidades, tener presencia en los municipios. Sólo así, van a poder tener instituciones confiables y fortalecidas que combatan el crimen organizado, y con una sociedad y jóvenes con mayores oportunidades que eviten, se sumen a la delincuencia organizada.