No, no y no (a pesar de los muertos)
La pregunta fue clara y, dada la coyuntura de los últimos días (por no decir años), sumamente necesaria: “¿No le viene a la reflexión que algo podría estar fallando en los jóvenes, pues están llenas las filas del crimen organizado de todas las bandas? Vemos los videos, son puros jóvenes, Presidente…”, le cuestionaron en Palacio Nacional. La respuesta, la de siempre, pese a lo que vemos todos: “No vamos a cambiar la estrategia, que sigan con sus campañas de desprestigio, atacándonos con su prensa vendida o alquilada, porque sólo si el pueblo, en un proceso electoral, decide que hay que cambiar y llega un gobierno como los de antes, entonces sí. Nosotros no llegamos aquí para seguir con lo mismo, no es más de lo mismo, somos completamente diferentes a Salinas, Zedillo, a Calderón, a Fox, a Peña Nieto (...) Estoy absolutamente convencido que no se puede enfrentar la violencia con violencia. No bastan las medidas coercitivas; ésa es una concepción de conservadores y autoritaria (...) Vamos bien y lo puedo probar hasta con números…”.
Y que esta respuesta quede para la posteridad. Una vez más, López Obrador se aferra a sus abrazos. No es que se desee una declaración de guerra, es que la evidencia expresa que lo trazado por su administración no ha servido de absolutamente nada para contener la violencia. A cargo de la Secretaría de Seguridad Ciudadana está Rosa Icela Rodríguez, con credenciales suficientes para el mapeo de la delincuencia en nuestro país.
Cada mes presenta las cifras, a pesar de la terrible realidad que nos muestran. Los índices de homicidio suben y suben. Cada mes que termina se convierte en el más violento.
La ruta que los números advierten, tendría que ser suficiente para el reconocimiento del camino equivocado, de la urgencia de una nueva estrategia en materia de seguridad. Sin embargo, en Palacio Nacional habita quien nunca pierde. Y ni los asesinatos en la Sierra Tarahumara ni las masacres en Guanajuato, Zacatecas y Jalisco, tampoco el fusilamiento en Michoacán, las fosas… nada, nada lo hace reconocer que su gran promesa para la transformación no será cumplida. Tres años ya de gobierno y sigue usando al pasado como única ancla para sobrevivir el presente, aunque esta táctica nos esté dejando sin futuro.
¿De qué han servido las reuniones matutinas diarias del gabinete de Seguridad? Uno de sus orgullos en esta materia, recordó Carlos Loret de Mola horas antes de los crímenes en Cerocahui. La realidad alcanzó esa pregunta.
“Respeto la decisión del Presidente de la República, pero el Senado va a hacer su trabajo. Su trabajo es precisamente revisar la estrategia y aprobar el Plan de la Guardia Nacional…”, expresó Ricardo Monreal. Por segundo día, el líder morenista en el Senado subraya la urgencia de un país sumido en la violencia.
La 4T tiene cuadros expertos que deberían encontrar interlocución en Palacio Nacional. Lástima que allí reine la necedad, a pesar de los más de 121 mil muertos que lleva a cuenta.