Apertura de Morena; una lección a partidos de tradición
No hay en el mundo organización política o social perfecta, hay organismos e instituciones con alto desempeño, con resultados que hablan de su éxito, siempre medibles y comprobables; pero indefectiblemente son mejorables en muchos sentidos y eso anima a que todo miembro de una organización se esfuerce en seguir cosechando éxitos, en trabajar duro para posicionarla, de otra manera los triunfos no durarán mucho, el esfuerzo se viene abajo por permanecer pasivo.
Toda mi vida he sido un convencido de que los triunfos como las derrotas no son para siempre, pero también me llena la idea de que con trabajo duro y constante, con perfeccionar lo que se hace bien y cambiar lo que se hace mal, esos triunfos pueden durar más tiempo.
Claro que la naturaleza humana nos inclina a quedarnos quietos cuando todo está bien, hablar de cambios por mejores que estos sean amenazan nuestro statu quo, pero hablando de las organizaciones, de entes grupales, éstas tienen que valerse de la máxima: “cambiar o morir”, cuando están atravesando por crisis, incluso cuando su éxito los acompaña. La razón es, en el segundo caso, el mejoramiento y la contención de amenazas que se asoman en el horizonte.
En nuestro país, una organización, un movimiento político que sin duda da muestras de desarrollo, de cambio, es Morena, que irrumpe en el 2018 con la llegada de López Obrador a la silla presidencial, y que en los años posteriores va afianzando su oferta política, va convenciendo con la bandera de la Cuarta Transformación, que tumba de su zona de confort a los burócratas y activos de la partidocracia en el país por el replanteamiento de la política gubernamental, en contra de la corrupción y fiel a la austeridad republicana.
En el 2021, se reafirma dicha sensación de cambio con los estados afianzados por Morena, incluso nuestro estado, inmerso en el bipartidismo durante toda su historia, con cambios poco sustanciales en el mapa político, concede su plaza principal a la Cuarta Transformación, Ciudad Juárez, donde se advierten ya, a menos de un año de nuestra gestión, cambios importantes en beneficio de la gente, de los de a pie, del sector empresarial, del sector productivo en todos sus niveles, de toda la sociedad.
Sin embargo, desde aquel memorable 2018, al interior del partido no se habían mostrado cambios sustanciales, no se habían renovado cuadros, no había nuevos militantes. Entendible, por un proceso legal prolongado y por una pandemia que paralizó a todas las instituciones del país.
Pero ahora, con el anuncio de renovación de las dirigencias estatales en agosto del presente año, y de los principales cargos del Consejo Nacional y diferentes carteras del Consejo Ejecutivo
Nacional, en septiembre, se vislumbra un crecimiento y cambio positivo para este organismo político.
Pero también genera un cambio muy positivo para la sociedad, porque la convocatoria no limita, no restringe la inclusión de ciudadanos, incluso permite el acceso a jóvenes menores de edad, a trabajadores, empresarios, amas de casa, académicos, estudiantes, intelectuales… a todo aquél que desee participar en Morena. Se están abriendo las puertas como no se había visto antes en nuestro país, en la época moderna.
Es una gran oportunidad para que el pueblo acceda también a las decisiones de la fuerza política más grande en México, porque formando parte de las bases, con cierta permanencia y participación en diversas actividades los ciudadanos podrán acceder después a los órganos de decisión, dentro del partido, como son los consejos y mesas directivas.
Esta apertura habla de que las cosas han cambiado en nuestro país, y si se logran consolidar los fines nobles de la institución, es posible que en el futuro podamos ver una patria transformada donde prevalezca el respeto a los diferentes grupos sociales, donde se den oportunidades a todos pero se privilegie siempre el esfuerzo, el trabajo, la dedicación.
Que los servicios a cargo del estado no sean una quimera, que no representen el periplo penoso para mal atender sus males en términos de salud; para mal aprender un oficio o una profesión, en términos de educación, para mal vivir, con obras a medias, con alumbrado deficiente o escaso, con servicio de agua inexistente o deficiente, etcétera. La transformación es fundamental para mejorar en todos los sentidos, para que el bienestar de los ciudadanos se haga una realidad, no en unos cuantos sino en todos.
La convocatoria de Morena abre las puertas a los ciudadanos para que puedan afiliarse en los 300 distritos que hay en el país, y podrán participar en las decisiones del partido y por su puesto en la elección de candidatos en los siguientes procesos electorales.
En total, se renovarán alrededor de tres mil 500 cargos de dirigentes a nivel distrital, estatal y nacional, y sólo quedarán pendientes el del presidente nacional, Mario Delgado, y la secretaria general, Citlalli Hernández para agosto del siguiente año.
Los recién afiliados podrán participar en la designación de miembros del Congreso Nacional, Congresos Estatales, o comités ejecutivos de ambos niveles.
La invitación está hecha y llega en el mejor momento para que el proyecto iniciado por el presidente Andrés Manuel López Obrador siga creciendo, que siga rindiendo frutos, y con ello seamos más quienes participemos de este cambio, de esta transformación.