'Peinan' la sierra más de mil militares
La presencia del Ejército llegó el 23 de junio, tres días después del asesinato de los sacerdotes jesuitas Javier Campos Morales y Joaquín César Mora Salazar, así como del laico Pedro Palma, dentro del templo de la comunidad de Cerocahui
Ciudad Juárez– Más de mil militares recorren la región serrana que por años controló José Noriel Portillo Gil, “El Chueco”, presunto líder del grupo delictivo Gente Nueva Salazar y quien ya cuenta con órdenes de aprehensión por varios asesinatos. La presencia militar llegó el 23 de junio, tres días después del asesinato de los sacerdotes jesuitas Javier Campos Morales y Joaquín César Mora Salazar, así como del laico Pedro Palma, dentro del templo de la comunidad de Cerocahui, del municipio de Urique, crímenes que se le atribuyen a Portillo Gil.
La Fiscalía General del Estado (FGE) informó posteriormente que los cadáveres de las tres personas fueron localizados en la comunidad de Pitorreal, a casi dos horas de distancia del templo donde los cuerpos de los padres fueron sustraídos.
El viernes por la noche la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) dio a conocer que más mil soldados pertenecientes a las Unidades de las Fuerzas Especiales (UFE) reforzaron la seguridad en Urique, Chihuahua.
El personal fue desplazado en inmediaciones de Cerocahui, Bahuichivo, Mesa de Arturo, Ciénega de los Trejos y Piedras Verdes, así como en la zona serrana del estado de Chihuahua, con el objetivo de combatir la delincuencia organizada que opera en esa región.
El principal objetivo de las autoridades es José Noriel Portillo Gil ‘El Chueco’, líder del grupo Gente Nueva Salazar.
Por Portillo Gil el Gobierno estatal ofrece una recompensa de cinco millones de pesos a quien proporcione información del paradero del probable homicida que permita su arresto.
‘El Chueco’, descrito por las autoridades como sanguinario, desde hace 10 años, opera en esa región serrana y cuenta con orden de aprehensión tras la agresión contra ministeriales y el homicidio del maestro estadounidense Patrick Braxton-andrew y el activista Cruz Soto Caraveo, se informó.
La presencia militar ha generado gran expectativa en la zona serrana, donde la presencia policial es limitada; en este punto las unidades UFE cuentan con equipo que permite su gran movilidad y capacidad de despliegue, de armamento, material, equipo y adiestramiento especializado para realizar diferente tipo de actividades.
Hasta el cierre de esta edición la Sedena no daba a conocer los resultados de la intervención militar.