Muestra la Máquina su tridente ofensivo
Santiago Giménez encontró en Ángel Romero y Cristian Tabó a los acompañantes perfectos para armar una ofensiva efectiva para Cruz Azul.
El técnico, Diego Aguirre, no movió muchas piezas, simplemente ajustó el parado en la cancha para dejar suelto al joven Giménez, mientras que el trabajo pesado para acarrear balones y abrir espacios corrió a cargo de Rafael Baca, un hombre que no estaba contemplado de inicio, pero que tomó el lugar del lesionado Uriel Antuna para hacer que la delantera fuera efectiva.
Aunado a la buena presencia de estos hombres, se sumó la participación de Carlos Rodríguez, otro jugador celeste que promete en su regreso tras la lesión que lo alejó gran parte del torneo anterior, pues sus escapadas por las bandas y la forma en que se suma en cada jugada de avance dejaron ver que al técnico le gusta que la Máquina desdoble a velocidad y mantenga un juego de trazos largos.
Del lado del Atlas, hay muchos detalles por corregir, sobre todo por la falla de Julián Quiñones desde los once pasos, algo inadmisible para un hombre de su calidad y experiencia.
El cuadro tapatío extrañó a Julio Furch, pero el goleador del equipo ni siquiera salió a la banca por un problema dental, ya que le realizaron una endodoncia y previo al partido el jugador sentía mucho dolor, por lo que el técnico, Diego Cocca optó por dejarlo fuera.
ATAQUE CELESTE
El técnico, Diego Aguirre, no movió muchas piezas, simplemente ajustó el parado en la cancha para dejar suelto al joven Giménez, quien encontró en Ángel Romero y Cristian Tabó a los acompañantes perfectos para armar una ofensiva efectiva para Cruz Azul