AYUDA A MEJORAR EL ESTADO DE ÁNIMO
El mismo nervio que afecta a casi todos los órganos internos también puede ayudar a nuestra salud mental
The New York Times
En los últimos años, sobre todo en redes sociales, el nervio vago se ha convertido en un objeto de fascinación. Algunos influentes han consagrado las fibras de este nervio, que van desde el cerebro hasta el abdomen, como la clave para reducir la ansiedad, regular el sistema nervioso y ayudar a que el cuerpo se relaje.
Algunos videos de Tiktok con la etiqueta “#vagusnerve” han sido vistos 64 millones de veces y en Instagram hay casi 70 mil publicaciones con esa etiqueta. Algunos de los más populares nos muestran sencillos trucos para “fortalecer” y “reiniciar” el nervio vago, en los cuales la gente sumerge el rostro en agua helada o se recuesta boca arriba con bolsas de hielo sobre el pecho.
Ahora, las empresas dedicadas a la salud y el bienestar han capitalizado esta tendencia al ofrecer artículos como aceites para masajear el nervio vago, aromatizantes para la almohada y pulseras vibradoras. Pese a que la comunidad científica no los ha avalado, afirman que estos productos estimulan este nervio.
Los investigadores que estudian el nervio vago aseguran que tal vez su estimulación con electrodos pueda a ayudar a mejorar el estado de ánimo y a aliviar los síntomas de quienes padecen depresión resistente al tratamiento, entre otros trastornos. ¿Pero existen otras maneras de activar el nervio vago? ¿Quiénes serían los más beneficiados al hacerlo? ¿Y qué es el nervio vago con exactitud? Aquí les presentamos lo que sabemos hasta ahora.
¿Qué es el nervio vago?
Según Kevin Tracey, un neurocirujano y presidente de los Institutos Feinstein para la Investigación Médica del centro de investigación de la red de atención médica Northwell Health en Nueva York, el término “nervio vago” en realidad se refiere a miles de fibras organizadas en dos manojos que nacen en el tallo cerebral, pasan por ambos lados del cuello, llegan al tronco y se ramifican hacia el exterior hasta hacer contacto con nuestros órganos internos.
Imaginemos algo parecido a un árbol cuyas ramas interactúan con casi todos los sistemas de órganos del cuerpo. (En latín “vagus” significa “deambular”).
El nervio vago capta información sobre cómo están funcionando los órganos y reenvía la información del tallo cerebral al cuerpo, con lo que ayuda a controlar la digestión, la frecuencia cardiaca, la voz, el estado de ánimo y el sistema inmunitario.
Por esas razones, a veces nos referimos al nervio vago —que es el más largo de los doce pares craneales— como una supercarretera de información.
¿Qué dicen las investigaciones?
Hay pruebas que sugieren que estimular el nervio vago puede ayudar a las personas que padecen epilepsia, diabetes, depresión resistente al tratamiento y trastornos de estrés postraumático, así como enfermedades autoinmunes inflamatorias como la enfermedad de Crohn o la artritis reumatoide.
“Debido a todas las cosas que hace, podría sonar como algo que es mágico”, comentó Eric Porges, profesor adjunto en el departamento de psicología clínica y de la salud en la Universidad de Florida quien estudia el nervio vago. Nuestros conocimientos del nervio vago “siguen aumentando en cuantía y profundidad”, afirmó.
A principios de la década del año 2000, los investigadores comenzaron a demostrar que la estimulación del nervio vago podía ayudar a algunos pacientes que estaban muy deprimidos y no habían respondido a otros tratamientos.