Ideales para verano
Hemos hablado en muchas ocasiones de la importancia que tiene el metabolismo en el proceso de pérdida de peso. Una de las maneras más efectivas de adelgazar es precisamente acelerarlo para que el cuerpo se encargue de quemar más calorías en reposo de las que lo haría si contamos con un metabolismo lento.
Para activarlo, lo ideal es mantener una alimentación saludable, así como practicar ejercicio físico habitualmente, combinando entrenamientos aeróbicos y de fuerza. No en vano, hay muchos otros factores que influyen en nuestro metabolismo, como por ejemplo la genética.
Hay personas que de nacimiento tienen más rápido y otras que, en cambio, lo tienen más lento. Sin olvidar que la edad también puede influir, ya que el paso de los años puede ralentizar nuestro metabolismo o el estilo de vida que tengamos.
Aún con todo, existen ciertos trucos y alimentos que nos pueden ayudar a acelerar nuestra tasa metabólica y uno de ellos es, sin ir más lejos, las infusiones.
Multitud de pr opiedades
Por todos es sabido que las hierbas que se emplean para hacer infusiones cuentan con multitud de propiedades, indicadas para distintos problemas de salud o para prevenir los mismos. De esta manera, podemos aprovechar al máximo los beneficios del hinojo para adelgazar o utilizar la manzanilla como antiinflamatorio, mejorando nuestra digestión.
Sin embargo, poco o nada apetece en verano tomar una infusión caliente -ya que estas se suelen preparar con agua hirviendo- y preferimos optar por otras bebidas más refrescantes.
Pero, ¿y si te decimos que existen la posibilidad de tomar una infusión de hierbas bien fría?
Ciertos estudios han demostrado que tomar infusiones frías no elimina las propiedades que la planta pueda tener al infusionarse con agua caliente y que, de hecho, en algunos casos se potencian los beneficios.
Mejor fríaquecaliente
Investigadores suizos llevaron a cabo un experimento con hierba mate, la bebida más popular de Uruguay, Argentina y gran parte de América del Sur, que demostró los efectos que experimentó un grupo de jóvenes adultos que la tomaron fría frente a quienes lo hicieron caliente. Así, los resultados mostraron que los que bebieron esta infusión consumieron el doble de energía después de beber té frío que después de una taza caliente. En otras palabras, al consumir mayor energía, aumentaron su metabolismo. Y no solo eso, ya que el experimento dio lugar a otras conclusiones.