EL abecedario DE LOS LUNARES
Para determinar el tipo de lunar, y revisar si hay probabilidades de cáncer de piel, los médicos -dermatólogos o no- usan una regla llamada el ABCDE de los lunares o los nevus. Es una mnemotecnia internacional que ofrece 5 claves para determinar si un lunar puede ser sospechoso o no, dice Landaeta.
ASIMETRÍA. Es la primera señal a revisar. Si tomamos una regla y dividimos el lunar por la mitad debe ser igual en sus dos partes, hay que observar si sus bordes son simétricos o no. La asimetría en un lunar es una bandera roja para un lunar sospechoso.
BORDES. Si los bordes son irregulares, es un llamado de atención para un lunar sospechoso. Con lo cual se recomienda ir al dermatólogo de inmediato.
coloración. Si el lunar tiene dos o más colores, también es una alerta para visitar al especialista porque usualmente los lunares benignos son de un solo color.
DIÁMETRO. Si un lunar es de un tamaño mayor a 6 milímetros hay que poner atención porque puede que exista un melanoma.
EVOLUCIÓN. Si el lunar cambia en su tamaño, cambia de color, pica, duele, molesta, hay una evolución. Esto también nos debe llevar al dermatólogo.
Asimismo, características extrañas en los lunares, como que sean ásperos, o tengan puntitos de sangre, deben alertarnos también. “Todas estas características hay que atenderlas para descartar, puesto que un lunar puede ser solo la punta del iceberg de un cáncer de piel importante que al ser diagnosticado a tiempo se pueda curar”.