‘Mataron a migrantes, acuerdos políticos'
El sacerdote dijo que tanto México como Estados Unidos los ven como mercancía, número o animales
Ciudad Juárez— Los migrantes encontrados sin vida dentro del contenedor de un tráiler en Texas, no murieron; los mataron quienes hacen los acuerdos políticos en México y en Estados Unidos, quienes ven a los migrantes como mercancía, números o animales, por lo que corren el mismo peligro al cruzar este país, denunció el sacerdote Francisco Javier Calvillo, director de la Casa del Migrante.
“No murieron, los mataron. Y quienes los mataron son precisamente aquellos que aceptan estos acuerdos del Título 42, del MPP (Protocolos de Protección a Migrantes del programa Quédate en México), que desde arriba, se sientan en un escritorio a negociar y cierran las fronteras, como lo hace Estados Unidos, pero también como lo hace México en el sur. Definitivamente fue un asesinato”, dijo el religioso.
Señaló que las personas migrantes no solo corren riesgos en Estados Unidos, sino también en México, por donde cruzan desiertos, viajan en tren, en tráileres, escondidos en vehículos, son víctimas de los traficantes de personas y hasta secuestrados al llegar a fronteras como Ciudad Juárez.
Dijo que hace unos días un migrante retornado bajo MPP les narró su viaje en tráiler y cómo vio morir ahogada a una niña que formaba parte del grupo hacinado.
“Platicaba cómo los traen acomodados, daba su testimonio, dijo: a mí me tocó ver a una niña que murió. Nosotros le gritábamos (al chofer) está niña ya no viene respirando, abrieron el tráiler y nos dijeron ustedes se callan o van todos para afuera. Tuvimos que callarnos y fue tan doloroso ver”, recordó el sacerdote.
De acuerdo con el migrante que le dio su testimonio, en área en donde cabrían unas 20 personas, los ‘coyotes’ metieron aproximadamente a 70, quienes tuvieron que seguir su camino con el cuerpo de la menor ya sin vida.
Calvillo relató también que otra migrante le narró hace días que “la llevaban por el desierto (mexicano) y empezó ella con sus pies malos, entonces le dijeron: te quedas”, y la dejaron.
La mujer duró cinco días pérdida en el desierto, por lo que pensó que moriría, hasta que se encontró a otra migrante en la misma situación, con quien comenzó a apoyarse para buscar que podían comer, hasta que llegaron a un pueblo.