‘Hay que actuar con el corazón’
Seamos más solidarios con los demás, eso es lo que Dios quiere para nosotros: arzobispo
El arzobispo de Chihuahua, Constancio Miranda Weckmann, ofició ayer la homilía dominical en la Catedral capitalina, donde exhortó a los fieles a actuar siempre con el corazón, alejarse del egoísmo, nunca exaltar a quienes hacen trampa con los demás, ya que únicamente trae soledad y vacío.
La misa fue de manera presencial con medidas sanitarias para evitar contagios por Coronavirus (Covd-19), con uso de cubrebocas, sana distancia, aplicación de gel antibacterial, así como la transmisión virtual por el perfil de Facebook de Notidiócesis.
“Seamos más solidarios con los demás, eso es lo que
Dios quiere para nosotros.
Nunca actuar con ventaja como lo hacen los tramposos, los que abusan de los demás, explotan a los empleados, cobran de más y no quieren pagar. Dios nos llama a ser buenos unos con los otros”, manifestó el obispo durante su sermón.
Lo anterior, lo basó en el evangelio según San Lucas, el cual dice textualmente lo siguiente: “En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos: Un hombre rico tenía un administrador, a quien acusaron ante él de derrochar sus bienes.
Entonces lo llamó y le dijo: ¿Qué es eso que estoy oyendo de ti? Dame cuenta de tu administración, porque en adelante no podrás seguir administrando».
El administrador se puso a decir para sí:
¿Qué voy a hacer, pues mi señor me quita la administración? Para cavar no tengo fuerzas; mendigar me da vergüenza. Ya sé lo que voy a hacer para que, cuando me echen de la administración, encuentre quien me reciba en su casa”.
Fue llamando uno a uno a los deudores de su amo y dijo al primero:
¿Cuánto debes a mi amo?”. Este respondió: Cien barriles de aceite.
Él le dijo: Toma tu recibo; aprisa, siéntate y escribe cincuenta.
Luego dijo a otro: Y tú, ¿cuánto debes?
Él contestó: Cien fanegas de trigo.
Le dice: Toma tu recibo y escribe ochenta.
Y el amo alabó al administrador injusto, porque había actuado con astucia. Ciertamente, los hijos de este mundo son más astutos con su propia gente que los hijos de la luz.
Y yo os digo: ganaos amigos con el dinero de iniquidad, para que, cuando os falte, os reciban en las moradas eternas.
El que es fiel en lo poco, también en lo mucho es fiel; el que es injusto en lo poco, también en lo mucho es injusto.
Pues, si no fuisteis fieles en la riqueza injusta, ¿quién os confiará la verdadera? Si no fuisteis fieles en lo ajeno, ¿lo vuestro, quién os lo dará?
Ningún siervo puede servir a dos señores, porque, o bien aborrecerá a uno y amará al otro, o bien se dedicará al primero y no hará caso del segundo. No podéis servir a Dios y al dinero”.