Administración pública
Ciudad Juárez.- Una de las obligaciones más importantes de cualquier persona con una responsabilidad en el servicio público es, administrar correctamente el recurso económico de la sociedad; y quiero ser claro en esta parte, porque el dinero que administran los gobiernos es de la sociedad, aunque en gran medida, los políticos toman decisiones económicas como si el erario fuera propiedad de ellos.
El círculo económico del dinero público es muy simple. La sociedad pone en juego sus habilidades en sus papeles de patrón o de trabajador, con lo cual obtiene una ganancia en forma de utilidad o de salario y, paga a los gobiernos una parte en forma de impuestos, derechos, aprovechamientos y demás formas de contribución. El gobierno, utiliza el dinero recibido en su propia operación y, sobre todo, para otorgar servicios y beneficios sociales. Pero el dinero no le pertenece a los gobiernos, sino a la sociedad en general.
El gran problema que tenemos en nuestro país, estado y ciudad, es que frecuentemente vemos como el dinero recaudado y asignado a los órdenes estatales y municipales suele ser insuficiente para operar, generar infraestructura y establecer un régimen de servicios publicos adecuados; es ahí donde se pone en operación un ingrediente más en el juego; la deuda pública.
Warren Buffet, uno de los hombres de negocio más reconocidos y también uno de los más ricos del mundo, en una entrevista expresó la siguiente frase que se aplica por igual y de manera directa en personas, empresas y gobiernos, “Gaste menos de lo que gana. Si usted se encuentra en un bote que hace agua cronicamente, la energía que gaste en cambiar de barco, será más productiva que la que destine a tapar los agujeros por donde entra el agua”.
Por eso es tan importante saber administrar el recurso público, hacerlo de manera transparente y abierto a la sociedad. Al inicio de la administración municipal que tuve el privilegio de encabezar, nos encontramos con un municipio con graves problemas de endeudamiento debido a dos compromisos financieros, el primero y más grande fue el del Plan de Movilidad Urbana que consistió en una deuda de dos mil millones de pesos, pero que por intereses a lo largo del tiempo se pagarán aproximadamente seis mil millones de pesos y la deuda del proyecto de Intelliswitch, que se pidieron 309 millones, pero que con intereses terminaron pagándose 409 millones.
Enfrentar esta situación no fue nada fácil, afortunadamente y gracias a las aportaciones puntuales de los contribuyentes en los impuestos municipales y a la gestión para atraer más recursos de fondos federales y estatales, pudimos salir adelante sin pedir un solo peso de deuda en los cinco años de administración, y además avanzar en el pago de la deuda del Plan de Movilidad Urbana y pagar totalmente la deuda de intelliswitch. Adicionalmente, dejamos recursos suficientes a la siguiente administración para enfrentar sin problemas el cierre de año.
Lo importante y que más ayudó, fue aplicar la visión de que el dinero público es del pueblo y debe tratarse con eficacia, eficiencia, responsabilidad y seriedad. A todo esto debemos agregar que la sociedad debe apostar por un mayor conocimiento de la economía y la administración pública. Solamente cuando socialmente ejercemos una estricta supervisión, podemos acceder a mejores estados de vigilancia y con ello, también mejores gobiernos.
Por supuesto que tengo que agradecer que mi administración fue una de las más observadas y vigiladas, porque eso nos permitió mantenernos en nuestro esquema de trabajo y nuestra visión de como hacer las cosas. Hace unos meses, cité a un gran pensador llamado Max Weber, quien definió al estado (gobierno) como “el aparato que concentra el monopolío de la violencia”, frase a la que personalmente he agregado una segunda parte “como método de mantener el orden y el progreso social”. Porque solo entendiendo que el gobierno es un ente separado, pero dependiente del resto de la sociedad, podremos establecer un sistema adecuado de supervisión que permita una administración más pulcra.