DOMINANTES
Los Je es, con su inesperado triun o, se redimen y vuelven a competir en el Super Bowl
Kansas City— Los Jefes de Kansas City tienen algunos de los jugadores más importantes de la NFL, desde Patrick Mahomes y Travis Kelce hasta Chris Jones y Juju Smith Schuster y van a jugar su tercer Super Bowl en cuatro años, mayormente debido a que se rehusaron a darse por vencidos con sus jugadores, aunque sólo sus fanáticos más apasionados lo saben.
Cuentan con un cuarteto de corredores defensivos novatos que fueron seleccionados durante toda la temporada y que frenaron mayormente a Ja’marr Chase y a otros talentosos receptores abiertos de los Bengalíes e interceptaron dos veces a Joe Burrow en el partido de campeonato de la Conferencia Americana.
También está Skyy Moore, el novato regresador de saques que tiene tendencia a soltar el balón y que les costó la victoria contra Indianapolis en la Semana 3, aunque cuyo excelente regreso del balón en los últimos segundos del partido del domingo dio lugar al gol de campo ganador en la victoria que tuvieron por marcador de 23-20.
Y también está su pateador, Harrison Butker, quien sufrió un esguince en el tobillo en el partido inaugural de la temporada regular en Arizona que dio lugar a la temporada con más imprecisiones de su carrera, y quien logró una patada de 45 yardas cuando restaban 3 segundos con el que los Jefes lograron regresar al Super Bowl.
“Realmente, existe una historia de redención que hemos tenido y que vale la pena de ver”, comentó Andy Reid, entrenador de los Jefes.
De hecho, Reid ha tenido la suficiente experiencia para entender la naturaleza implacable de la NFL, en donde las carreras de los jugadores son usualmente medidas en semanas en lugar de años.
Él ha visto apagarse cientos de promesas, sus oportunidades de lograrlo en grande superando los problemas por la pérdida de la posesión del balón, el fallar en los bloqueos y tacleadas u otros errores menores.
A él le gusta decir que la línea entre el éxito y el fracaso es tan pequeña que es casi imperceptible. Sus jugadores también lo entienden así.
“Ahora que las circunstancias son tan importantes, el margen de error es muy estrecho”, admitió Orlando Brown Jr., tacle ofensivo de los Jefes.
Así que, nadie se hubiera sorprendido si los Jefes hubieran relegado a Moore a principios de la temporada, cuando este receptor abierto, que lleva un año como profesional, no podía realizar una buena atrapada.
Para ser justos, Moore nunca había estado en esa posición, pero eso no impidió que los fanáticos se quejaran cada vez que soltaba un despeje.
Finalmente, los Jefes lo quitaron de ese puesto, por lo menos durante los partidos.
Sin embargo, Moore siguió trabajando durante la práctica y terminó dando resultados. Su nuevo regresador de despejes, Kadarius Toney, se lesionó un tobillo en contra de los Bengalíes y su relevo Justin Watson estaba inactivo debido a una enfermedad.
Así que, los Jefes volvieron a poner a Moore en ese puesto y logró atrapar el despeje más grande de la temporada.
No sólo lo logró limpiamente sino que corrió hacia la lateral del campo para darle a Kansas City la oportunidad de ganar el título de la Conferencia Americana en el tiempo reglamentario.
“Sólo tuve que recordarme a mí mismo quién soy y por qué estoy aquí”, dijo Moore. “Estuve haciendo algo nuevo, seguí recibiendo golpes y moretones pero continué trabajando en eso. No pensé que pudiera regresar un despeje nuevamente en esta temporada. Pero no dejé de atrapar despejes, me preparé para ese momento y dio frutos”.
Al igual que la decisión que tomaron los Jefes para seguir colocando a los esquineros novatos Trent Mcduffie, Jaylen Watson y Josh Williams en el campo juntos, usualmente con el profundo novato Bryan Cook, aun cuando los astutos receptores abiertos siguieron golpeándolo y abundaron los señalamientos de faltas por interferencia de pases.
Al igual que Moore, recibió golpes al inicio de la temporada para estar preparado posteriormente.
En el partido por el título de la Conferencia Americana, Watson y Williams interceptaron pases, uno de ellos después que Cook atrapó el balón en el aire.
“Nos dijeron que íbamos a ser una parte importante de esta defensa y nos lanzaron al ruedo”, dijo Williams. “Definitivamente, ellos nos dieron toda la información y cada detalle para prepararnos para jugar bien en situaciones difíciles. Ellos no nos dijeron únicamente que saliéramos a jugar, sino que nos dieron un plan de juego y nos enseñaron cómo ejecutarlo. Nosotros lo hicimos y lo logramos”.