Bahamas: joyas a la carta
Ya sea que se busquen unas vacaciones a todo lujo o escapar de la rutina y relajarse, este destino ofrece atractivos para todos los gustos
Nasáu, Bahamas-una lancha rápida hace una pausa en un punto del Océano Atlántico -¡sin tierra a la vista!- para dar paso a una experiencia que raya en lo irreal: andar entre el agua cristalina que apenas cubre los tobillos, para luego subirse a un columpio y balancearse al vaivén de las tranquilas olas.
"Wow, mamá, vamos a caminar sobre el agua", exclama un niño de 10 años con una sonrisa que no le cabe en el rostro.
Estamos en un rincón de ese paraíso llamado Bahamas, que debe su nombre, se dice, a las aguas poco profundas que rodean al destino y, esta barra de fina arena blanca en Royal Island da fe de ello e impresiona hasta al viajero más exigente.
La escena anterior es tan sólo una de las bellas postales bahameñas, porque en este idílico destino todos viven su gran momento.
Ya sea que se busquen unas vacaciones a todo lujo en resorts con grandes casinos y restaurantes de especialidades; que se desee escapar de la rutina y relajarse en un idílico entorno o que se quiera celebrar una luna de miel, un aniversario de bodas y hasta un viaje multigeneracional... cada integrante de la familia hallará un sinfín de opciones en los 16 principales destinos de las 700 islas y 2 mil cayos que conforman este archipiélago.
Pesca, golf, paddle board, velerismo y yatismo son algunas de las tantas experiencias que ofrece el destino. Nosotros, por ejemplo, abordamos en Paradise Island una pequeña embarcación y, tras una travesía con ritmo de calypso incluido, llegamos a Cayo Big Mayor, en las islas Exuma, específicamente a un spot que los visitantes han dado en llamar Pig Island, debido a que es posible nadar con cerditos.
Otro de los imperdibles es ir a Harbour Island, un paraíso terrenal al norte de la exuberante Eleuthera, para recorrer las encantadoras calles a bordo de carritos de golf, probar caracoles empanizados, refrescase con una bebida y admirar la belleza de Pink Sands Beach, la famosa playa de arena rosada.
¡Por favor!, que nadie se vaya sin gozar del ambiente de la vibrante Nassau.
Al final, cobra mucho sentido la bienvenida que un hombre disfrazado de pirata da a los visitantes en los pasillos del Aeropuerto Internacional Lynden Pindling, en la citada capital, y por medio de la cual promete que el viaje será inolvidable.
Ese personaje inspirado en Jack Sparrow... ¡Vaya que tiene razón!