ÉXITO PROPIO
Con tres podios en la F1, Lance Stroll quiere demostrar que es más que el hijo del jefe
Lance Stroll quiere ganarse un lugar en la Fórmula Uno con su talento.
Para debutar, permanecer y consolidarse en la Máxima Categoría del automovilismo, los pilotos necesitan habilidades y cualidades a la hora de estar en el monoplaza, además del impulso económico.
El canadiense cuenta con todo eso, pero, ser hijo de Lawrence Stroll, dueño de la escudería Aston Martin, tiene más peso que todos sus logros deportivos.
Stroll padre, apareció en el Gran Circo en 2018 para adquirir el paquete completo de Force India por 117 millones de dólares.
Un año antes, Lance ya formaba parte de la F1, en Williams, con quienes consiguió una tercera plaza en el GP de Azerbaiyán, y en la temporada siguiente se oficializó su lugar en el equipo de la familia, que ya había cambiado su nombre a Racing Point.
Como compañero del mexicano Sergio Pérez, el heredero de los Stroll tuvo actuaciones de todo tipo.
En 2019, el canadiense tuvo tiempo para adaptarse al auto rosa puntuando en seis fechas y, al final de la campaña, ocupó el décimo quinto puesto del Campeonato de Pilotos.
La etapa de la consolidación se dio en 2020, año marcado por la pandemia de Covid-19. Dos cuartos sitios en Hungría y España, los podios (3er sitio) en Italia y Sakhir, y la histórica pole position en Turquía bajo condiciones de lluvia, llenaron de satisfacción a su padre, que optó por mantenerlo como el corredor base para la proyecto con Aston Martin.
Un reto mayor se presenta frente a Lance: derrotar a su nuevo coequipero, el cuatro veces monarca del Gran Circo, Sebastian Vettel.
Pese a ser más constante que el alemán, Stroll hijo no destacó como se esperaba y el rendimiento del monoplaza esmeralda quedó a deber.
Ahora, para 2023, el reto será superar a otro múltiple campeón mundial: Fernando Alonso, con quien deberá enfrentar una campaña llena de cambios y nuevas oportunidades.