Detienen a 130 tras sismos
Autoridades informaron que estas personas supuestamente estuvieron implicadas en la construcción de edificios que se derrumbaron y sepultaron a sus ocupantes
La cifra de muertos llegaba ayer por la mañana a 33,185 víctimas, con más de 92,600 heridos
Antioquía, Turquía– Mientras los rescatistas seguían sacando a unos pocos afortunados con vida de entre los escombros, seis días después de que un par de terremotos devastara el sureste de Turquía y el norte de Siria, las autoridades turcas detuvieron o emitieron órdenes de arresto contra unas 130 personas supuestamente implicadas en la construcción de edificios que se derrumbaron y sepultaron a sus ocupantes.
La cifra de muertos por los sismos del lunes llegaba ayer por la mañana a 33,185 personas, con más de 92,600 heridos, y había certeza de que seguiría subiendo conforme se encontraran más cadáveres.
La desesperación impulsaba también la indignación hacia la lentitud de los esfuerzos de rescate, y la atención se centraba en quién era responsable por no preparar mejor a la gente en una región propensa a los terremotos. El sismo golpeó también una zona de Siria que llevaba años sufriendo por la guerra civil.
El Ministerio turco de Justicia había anunciado el día anterior que se formarían oficinas de “Investigación de Crímenes de Terremotos”. Esas oficinas identificarían a contratistas y otros responsables de labores de construcción, reunirían pruebas, instruirían a expertos como arquitectos, geólogos e ingenieros y comprobarían los permisos de edificación y ocupación.
Un contratista fue detenido el viernes en un aeropuerto de Estambul antes de que pudiera embarcar en un vuelo fuera del país. Era el contratista de un edificio de lujo de 12 plantas en la ciudad histórica de Antioquía, en la provincia de Hatay, que mató a un número indeterminado de personas al venirse abajo.
Las detenciones podrían ayudar a dirigir el descontento público hacia los constructores y contratistas y desviarlo de autoridades locales y estatales que permitieron que las obras aparentemente irregulares siguieran adelante.
El gobierno del presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, ya se veía acosado por una crisis económica y la inflación disparada, y enfrenta unas elecciones parlamentarias y presidenciales en mayo.