Viven el dolor de la AUSENCIA
En el marco del Día del Amor y de la Amistad, Idaly, María, Carolina y Lourdes recordaron a sus familiares a las afueras de la Catedral de Chihuahua
Idaly Gutiérrez, María Guadalupe Ortega, Carolina Revueltas y Lourdes Hernández viven el mismo dolor: el de la ausencia y la desesperación de no saber nada de sus hijas, hijos y/o esposos, un dolor permanente que “aunque los días pasen, éste no se va”.
En el marco del Día del Amor y de la Amistad, familiares de las víctimas se instalaron la mañana de ayer afuera de la Catedral de Chihuahua con la finalidad de recordar a sus seres queridos y para exigir justicia a las autoridades.
“¿Por qué los buscamos? Por qué los amamos”, “hija, escucha esta es tu lucha”, “justicia para nuestros hijos e hijas”, fueron algunas de las consignas que gritaron afuera del recinto y en donde colocaron las fotografías de aquellas personas que cuentan con reporte de ausencia. Además, en el lugar pusieron una lona con los nombres de ellas y ellos con la frase “Corazones latiendo por nuestros hijos desaparecidos”.
Posteriormente, Lourdes “Luly” como le dicen sus amigas y compañeras de lucha, entonó las famosas mañanitas mientras que partía un pastel en honor a su hija quien cumplió años el 14 de febrero… “Estas son las mañanitas que cantaba el Rey David, a las muchachas bonitas se las cantamos aquí, despierta Pamela despierta mira que ya amaneció, ya los pajarillos cantan la luna ya se metió”.
“Esto es en honor a Pamela. Hoy es su cumpleaños y no queríamos que pasara desapercibido. Hija, donde quiera que te encuentres, donde quiera que estés, yo te envío toda mi energía, todos mis abrazos, toda la luz que pueda proyectar es para ti. Si algún día puedes regresar a casa aquí te estaremos esperando. Yo y tus hijas te amamos, felices 36”, expresó Luly.
Pamela Leticia Portillo Hernández desapareció el 25 de julio del 2010 a manos de militares y policías des estado, en un retén que al parecer era de autos robados.
“Ella me llamó, me dijo lo que estaba pasando; yo le pregunté que si traía todo en orden y me dijo que sí que traía toda la documentación y que estaba en la fila para pasar… Desde ese momento, hasta el día de hoy no he sabido nada de ella”, dijo Luly.
El vehículo de Pamela fue encontrado en la Pacheco y JJ Calvo lugar en donde se estaba llevando a cabo el retén, el cual (según la autoridad era un retén clonado).
“Fueron ellos (los militares y policías), ellos dicen es que era un retén clonado pero… ¿quién permite un retén clonado, eran demasiados autos y al último dicen que era un retén clonado?
Pamela, dejó a dos hijas cuando estaban pequeñas y ellas actualmente tienen 17 y 19 años.
UNA LUCECITA DE ESPERANZA
María Guadalupe Ortega Saenz espera a su esposo el señor Natividad Chaparro Ríos y a su hijo Román Eduardo Chaparro Ortega desde hace más de 10 años; ambos desaparecieron pero en diferentes fechas y diferentes circunstancias.
“A ellos los desaparecieron, fueron víctimas de desaparición forzada, se los llevaron en diferentes situaciones, en diferentes ocasiones y en distintas fechas; el papá va a ser 15 años en Julio y mi hijo va a ser 12 años en septiembre y pues hasta hoy las autoridades no nos dicen nada no hay todavía una respuesta, no hay culpables y tampoco se han encontrado restos de ellos y pues en pocas palabras es muy poca la respuesta que hemos obtenido de las autoridades”, expresó María Guadalupe.
Pese a la poca respuesta por parte de la autoridad, Lupita no ha perdido la esperanza de poder encontrarlos algún día.
“Todavía tengo la esperanza de encontrarlos; es una lucecita de esperanza que nunca se va a apagar; quiero que sepan que siempre los seguiré buscando y que el cariño ahí va a estar. Ojalá que las autoridades pongan de su parte porque esto es algo que no sólo nos afecta como familia; esto es un tema de humanidad que también afecta a la sociedad”.
Román Eduardo desapareció en la Ciudad de Lerdo el 8 de julio del 2008 cuando él tenía 32 años y su esposo, Natividad Chaparro el 14 de septiembre del 2014 en Cuauhtémoc cuando tenía 45.
RAYMUNDO NO TUVO LA OPORTUNIDAD DE CONOCER A SU HIJO
Raymundo Valerio Perea Gil no tuvo la oportunidad de conocer a su hijo puesto que ella se encontraba embarazada al momento de su desaparición en el 2013.
“Él desapareció en el 2013 en un trayecto de Cuauhtémoc a Creel; este ha sido un proceso muy difícil porque dejó a sus dos hijos pequeños, una niña de tres añitos y me dejó embarazada y pues, una queda vulnerable; el tener que cambiar de residencia y tener que integrarnos a la sociedad no es fácil”, expresó Carolina Revueltas, esposa de Raymundo Valerio Perea Gil.
Para ella, al igual que las otras víctimas indirectas; pasar por algo así ha sido muy complicado y más al ver que la autoridad no da respuesta y de que en muchos casos, la sociedad no es empática.
“Nosotros venimos hoy aquí para que la gente se dé cuenta de que a ellos también les puede pasar, a que nos ayuden y nos digan si saben algo de nuestros familiares porque tano a la autoridad como a la sociedad les falta mucha empatía; a veces nos ven como raras o piensan que andamos dando molestias, pero en realidad no es nada grato andar aquí”, expresó Carolina.
Carolina además, vivió la negligencia y omisión de la autoridad pues en el 2014 ella también vivió una desagradable experiencia.
“En ese año también desapareció un hermano; ese hermano desapareció en el 2014, a él lo encontraron a los 15 días; sin embargo, lo echaron a la fosa común siendo que yo deje muestras de ADN y estuve pregunte y pregunte por él pero jamás me lo entregaron; entonces evidentemente ellos no estaban haciendo su trabajo”.
Ella se enteró de que su hermano había pasado por eso cuando el Centro de Derechos Humanos de las Mujeres comenzó a apoyarla.
“Así fue como me di cuenta, pero la autoridad realmente no sabía en donde estaba la carpeta de mi hermano; yo me enteré que él ya tenía cuatro años ahí y pues imagínese la molestia, la incertidumbre que sentí; desde entonces, me quedé con la idea de que tal vez el padre de mis hijos también pueda estar ahí”.
Al cuestionarle que les diría a las personas que saben algo de su esposo o a quiénes se lo llevaron, ella respondió “Si alguien tiene a mi esposo o sabe dónde está, sólo les digo que toquen su corazón, que ellos dejaron una familia incompleta y nosotros lo seguimos esperando”.
AUNQUE ENCONTRÓ LOS RESTOS DE SU HIJO, NO HA ENCONTRADO LA JUSTICIA
Amir Gutiérrez Gutiérrez hijo de Idaly Gutiérrez, desapareció en el 2011 y seis años después, justo en el 2017 sus restos fueron localizados en el Rancho de Dolores y aunque su madre, sintió una tranquilidad al saber que había sido de su hijo; ella sigue en búsqueda de la justicia.
“En el 2017 me dieron unos pequeños remanentes, yo le pedía mucho a Dios; le decía que me lo entregara vivo o muerto pero que me hiciera saber algo de mi hijo porque pasar por algo así es bien desesperante, no te imaginas. A veces la gente te ve como cosa rara, la gente espera verte toda desalineada y como que creen que uno pide compasión y no es cierto; lo que quiere una es que la gente vea que vea las fotos de nuestros hijos y que nos apoyen porque en realidad no les cuesta nada”, señaló Idaly.
Aunque esta mujer ya sabe que su hijo está en otro plano terrenal; ella continúa dando apoyo a otras madres que tienen hijos desaparecidos. “Yo digo que esto no acaba aquí por eso es que yo ando exigiendo justicia para mi hijo; no llega pero seguiré exigiendo y acompañando a las otras madres”, concluyó Idaly.
Las fotografías colocadas a las afueras de la Catedral de Chihuahua permanecerán en dicho recinto en honor y memoria a las víctimas.