Confrontación de la presidenta de la SCJN con AMLO
El treinta de diciembre de 2022, en estas mismas páginas de El Diario escribí sobre el relevo en la Presidencia de la Suprema Corte de Justicia de la Nación y la importancia de la misma. Finalmente el dos de enero de 2023, se designó a la persona titular de dicho órgano cabeza del Poder Judicial Federal, siendo electa la ministra Norma Lucía Piña Hernández (a quien la oposición prefería) con seis de los once votos de los ministros y ministras.
Una ministra que desde su designación y primer discurso tras su nombramiento, marcó un distanciamiento respecto al Poder Ejecutivo y una falta de autocrítica, al señalar “Insisto, aquí no hay triunfo, no hay victoria, la Presidencia es resultado de la mayoría, a ella se debe, de ella depende, así lo asumo”.
Y en esa misma línea, en el acto de la ceremonia del CVI Aniversario de La Promulgación de La Constitución Política de Los Estados Unidos Mexicanos, celebrada el cinco de febrero de 2023 en el Teatro de la República, en la ciudad de Querétaro, Querétaro, reafirmó esa distancia del presidente de la República al señalar en su discurso “Es sano y necesario ponderar la actividad de los jueces en virtud de las resoluciones que emiten, y nunca perder de vista la independencia judicial —la de los juzgadores y la de uno de los poderes constitutivos de la República. Una judicatura independiente es pilar de nuestra democracia. Es el legado que nos transmite nuestra ley fundamental”.
Con esas palabras, frente al presidente de la República, le reprochó la crítica que él ha hecho del Poder Judicial federal y sus jueces sobre la corrupción en dicho poder. Pero no sólo eso, momentos antes, a la llegada del presidente al recinto de la celebración, fue la única de los presentes que no se levantó de su asiento para recibirlo, y aunque sus defensores señalan que lo hizo porque no está en el protocolo y el presidente de la República no le dio el lugar que merecía en el presídium, al no sentarla del lado izquierdo de él sino más alejado de él, lo cierto es que el acto de no ponerse de pie reveló la actitud que tendrá ella con el presidente de la República.
Para el presidente AMLO no pasó desapercibida dicha actitud pues, en la mañanera del día siguiente a dicho acto, habló de esa actitud de la ministra y lo celebró señalando que era motivo de orgullo pues con eso quedaba demostrado que ahora las cosas eran distintas pues el Poder Judicial ya no estaba subordinado al presidente de la República como con los anteriores, lo que revela que el presidente de la República recibió el mensaje que mandó la presidenta del Poder Judicial con dicho acto, no sólo de distancia con él, sino de rompimiento a partir de ese momento.
No se puede decir que haya sido una sorpresa para AMLO esta actitud de la nueva presidenta de la SCJN, ya lo esperaba (aunque tal vez no de una manera tan burda), pues Norma Lucía Piña Hernández fue electa ministra en 2015 a propuesta de Peña Nieto, además de que es la ministra que más veces ha votado en contra de los proyectos del presidente AMLO, incluida la reforma constitucional sobre la industria eléctrica del país, que buscaba alejar a las transnacionales del control del sector, así como también votó a favor de la eliminación de la prisión preventiva oficiosa como medida cautelar, lo que revela el pensamiento, de la ministra en ambos temas, alejados a AMLO.
Lo lamentable de la situación es que Norma Lucía Piña Hernández ha mostrado más que independencia, una actitud de opositora. Y no es que tenga que demostrar simpatías por el presidente de la República, pero como cabeza de la SCJN no puede empezar con esa actitud, pues manda ese mensaje a todo el poder, de confrontación, algo que no le conviene al Poder Judicial, ni al Ejecutivo federal pero sobre todo a México, porque lejos de encontrar coincidencias buscarán diferencias, lejos de velar por el mejoramiento de la actividad jurisdiccional buscarán mostrar fuerza, distanciamiento e independencia de AMLO.
Es lamentable el inicio de esta Presidencia de la SCJN porque lejos de asumir un papel crítico y señalar los retos que tienen y el necesario combate a la corrupción que ve la sociedad (aunque no en todo el Poder Judicial), se asume como opositora y sí, reafirma su independencia, pero no del Ejecutivo, sino de la sociedad mexicana, como es visto la SCJN y todo el aparato judicial por gran parte de los mexicanos, pues no sólo ganan los sueldos más altos del país, también se sabe que hay mucha corrupción y nepotismo al interior del mismo, lo cual necesita ser erradicado y todo parece indicar que es lo último que le interesará a esta nueva Presidencia de la SCJN.