“El arraigo puede tener efectos negativos”
El abogado experto en Derechos Humanos, Gabriel Vidaña, mencionó que figuras o políticas criminales como el arraigo, pueden tener efectos negativos en la sociedad mexicana, si se aplica de manera indiscriminada y sin respetar los derechos humanos y las garantías procesales de las personas.
En su explicación, el abogado expresó que la bancada de Morena en la Cámara de Diputados presentó una iniciativa para eliminar la figura del arraigo, donde la vicecoordinadora de la bancada Aleída Alavés indicó que esta propuesta tiene como objetivo dar cumplimiento a una sentencia de noviembre del 2022, en donde la Corte Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), ordena dejar sin efecto la normatividad relacionada con la figura del arraigo procesal.
El arraigo, es una figura constitucionalizada que materializa en nuestro sistema la corriente del derecho penal del enemigo, pues es una medida que se aplica de manera excepcional a quien se presume ser parte de la delincuencia organizada cuyo efecto es privarlo de su
Explica el abogado experto Gabriel Vidaña que si se aplica de manera indiscriminada puede tener efectos negativos en la sociedad mexicana
libertad personal.
El “derecho penal del enemigo” es una teoría jurídica que se enfoca en la represión de ciertos delitos considerados como graves o peligrosos para la sociedad. Esta teoría ha sido muy criticada porque sugiere que, en algunos casos, se debe aplicar una justicia penal más dura y menos garantista para combatir ciertas amenazas a la seguridad del Estado, mencionó Vidaña.
“En la aplicación de esta teoría ha tenido un impacto negativo en la sociedad. Por ejemplo, se ha señalado que la implementación de medidas de seguridad más duras, como la prisión preventiva oficiosa, han llevado a una sobrepoblación en las cárceles y han generado un aumento en la violencia carcelaria”, citó.
“Además, algunos han argumentado que la aplicación del derecho penal del enemigo puede llevar a la criminalización de ciertos grupos sociales, como los migrantes, los pobres o los jóvenes, que son considerados como una amenaza para la seguridad del Estado”.