¿Logrará el dólar salir vivo?
Ciudad de México.- El dólar americano enfrenta una de las mayores pruebas de sobrevivencia, -por decirlo de una manera más entendible-, dados los acontecimientos más recientes en materia monetaria y financiera… en todo el mundo. Por lo menos son tres las mayores amenazas a las que se enfrenta.
La primera es que debido a la alta inflación que se vive en Estados Unidos, ese país está obligado a aumentar las tasas de interés de referencia por medio del banco central, en este caso, la Reserva Federal.
Esos aumentos que la ubican ya entre 4.75 y 5 por ciento, van a seguir, aunque con ello se paralice parcialmente la economía. Si no lo hacen, el resultado sería catastrófico para todo el mundo, no solo para los Estados Unidos.
Las altas tasas van a provocar que miles de personas no puedan pagar sus créditos o que se enfrenten a problemas de insolvencia o morosidad. Esto afectará también a algunos de los bancos que no podrán recuperar el dinero prestado.
Si la Reserva Federal no sube las tasas, entonces la inflación “se come” el valor del dinero por encimas de las tasas de muchos instrumentos, como lo son los bonos de deuda del gobierno.
Por ejemplo, la inflación actual es del 6.4 por ciento y algunos bonos están pagando el 4.62 de interés, como el que se cotiza a 2 años.
Si la inflación persiste, pues a nadie le conviene recibir intereses al 4.6 por ciento, ya que la moneda habrá perdido su valor en 6.4 por ciento, generando una pérdida para quien tiene el bono, convirtiéndolo en una mala inversión.
Y eso es solo la punta del iceberg, pero por motivo de espacio, ahí le dejamos.
Hay que recordar que, tras la invasión de Rusia a Ucrania, este primer país ha recibido sanciones económicas de todo tipo y Vladimir Putin está buscando por todos los medios ver la manera de salvarlas.
Por lo que la segunda amenaza son China y Rusia, que un día sí y otro también, se dedican a torpedear la moneda con la amenaza de usar otros instrumentos como el oro, o el yuan para el intercambio comercial, desbancando al dólar como medio de intercambio, unidad de cuenta y reserva de valor predominante en el mundo.
Es difícil que China y Rusia puedan sustituir todo el sistema financiero global con sus respectivas monedas o el oro, pero están haciendo un esfuerzo por ponerle piedras en el camino al dólar americano y generando desestabilización.
De las situaciones más recientes, destacan las reuniones de los chinos con dirigentes árabes para que acepten yuanes en vez de dólares para la venta de petróleo o bien, la compra masiva de oro por parte de China para usarlo como medio de pago.
La tercera amenaza es que el precio del petróleo sufra algún tipo de afectación que lo impulse al alza y genere más inflación y, por lo tanto, el freno económico por las subidas de tasas sea más profundo, generando también un golpe al dólar.
Aunque es posible que, si la economía se enfría, pueda bajar la demanda y, por lo tanto el precio del combustible, eso no está garantizado.
Es un hecho que, si el dólar se ve afectado, todos vamos a sufrir esos efectos, por lo que no es conveniente y mucho menos deseable, que eso suceda.
También es un hecho, que, si la amenaza a esa moneda va tomando una forma más real, Estados Unidos pase de la diplomacia y el malabarismo financiero, a una manera más activa de su defensa. Esperemos que no.