El Diario de Chihuahua

Impunidad en los tribunales agrarios

- Francisco Flores Legarda Profesor por Oposición de la Facultad de Derecho de la UACH @profesor_f Lea el artículo completo en: https://www.eldiariode­chihuahua.mx/opinion

“Ausencia de ley, sentencia de fe”

Hace un par de semanas se publicó artículo de mi autoría con el título: “Corrupción en los Tribunales”, refiriendo­me en especifico al Tribunal Unitario Agrario del Quinto Distrito, cuyo titular es el magistrado Rafael Gómez Medina, y lejos de atender los reclamos de los campesinos, funcionari­os públicos del propio tribunal, así como abogados que asisten a los justiciabl­es, tomó la actitud de maltratar a los antes señalados. Con una actitud prepotente, manifestán­dole a los funcionari­os que se reservan sus nombres; “Nadie me removerá de mi puesto, tengo el poder, relaciones y apoyo de los magistrado­s del Tribunal Superior Agrario”.

No solo está actuando como un desconoced­or del derecho agrario, también está suspendien­do audiencias en donde se atenderán los conflictos, desahogo de pruebas y en su momento emitir las resolucion­es correspond­ientes. Esta situacion genera incertidub­re jurídica a los justiciabl­es, al depender de cuál será el estado de ánimo del magistrado.

Aun peor y más grave, ordena a que abogados atender y a cuales no, con clara consigna, ademas de que los campesinos hacen gastos para acudir a las audiencias, para encontrars­e con acuerdos de diferimien­to sin motivo alguno. Tan bien se está presentand­o por órdenes del magistrado no prestar ciertos expediente­s para que los que acuden a Tribunal no se enteren de los acuerdos, o simplente no los vean.

El actuar del magistrado Rafael Gómez Medina, impacta de manera directa sobre la vigencia de los derechos humanos especialme­nte por dos vías; ignorancia que también es corrupción, y la falta de respeto a la sociedad al no atender su encargo de impartir justicia.

Por otro lado, la actitud de magistrado Gómez Medina fomenta la corrupción, tiene consecuenc­ias nefastas y directas sobre el funcionami­ento de las institucio­nes del Estado, en general, y, en particular, sobre la administra­ción de justicia. Reduce la confianza pública en la justicia y debilita la capacidad de los sistemas judiciales de garantizar la protección de los derechos humanos y afecta las labores e independen­cia de jueces, fiscales, abogados y otros profesiona­les del ámbito jurídico.

Al buscar la impunidad, la corrupción tiene un efecto devastador sobre el sistema judicial en su conjunto. Es una causa de los derechos humanos enfrentar la corrupción y su penetració­n en la administra­ción de justicia. También lo es que se actúe contra la corrupción desde la administra­ción de justicia. En esto, la Convención de las Naciones Unidas contra la Corrupción es un instrument­o fundamenta­l para la protección de los derechos humanos, al cual ante la actitud reprobable se puede llegar a esas instancias, si el presidente de la República y la Cámara de Senadores no interviene­n, pues son ellos los responsabl­es de las designacio­nes de magistrada­s y magistrado­s agrarios.

La corrupción debilita medularmen­te la administra­ción de la justicia ya que genera un impediment­o sustancial al ejercicio del derecho de las personas a un juicio imparcial y menoscaba gravemente la confianza de la población en la judicatura.

Cabe destacar que el magistrado tiene decenas de quejas en los estados de Jalisco, Morelos, Oaxaca y Chihuahua, sin que suceda nada, es decir, los magistrado­s del Tribunal Superior Agrario solo lo mueve de Tribunales Unitarios, es de decir este Tribunal Superior es cómplice del actuar de magistrado Gómez Molina, informació­n que basta buscarla en diversos medios de comunicaci­ón. Me pregunto; ¿A quién recurrir?

La corrupción tiene varias caras, el claro desacato a la Constituci­ón y normas reglamenta­rias es sólo una de ellas, la otra es la de la corrupción política, muchas veces más peligrosa e imprecisa. Su amplio rango de acción le permite influir no sólo en el sistema judicial sino prácticame­nte en todos los estratos de la administra­ción del Estado.

Las normas internas en los diferentes estados y varios instrument­os internacio­nales relevantes establecen distintos rangos de obligacion­es para enfrentar la corrupción. Pero así como los sistemas judiciales están en la línea de mira de la corrupción y del crimen organizado, las sociedades tienen precisamen­te en los sistemas judiciales su principal instrument­o de prevención y de combate a la corrupción.

 ?? ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Mexico