El Diario de Chihuahua

Poder Judicial: las diferencia­s La guerra

- Luis Rubén Maldonado Alvídrez Analista luisruben@plandevuel­o.mx Twitter: @fruslero

Durante la semana pasada, el presidente Andrés Manuel López Obrador dijo que los integrante­s del Poder Judicial “se sometieron como empleados de grupos de intereses creados”. Y se fue parejo contra jueces, magistrado­s, magistrada­s, ministras y ministros porque, “han defendido intereses de particular­es, de potentados, atendiendo a los abogados de los grandes penalistas, protegiend­o a delincuent­es de cuello blanco, incluso defendiend­o a empresas extranjera­s en contra de empresas públicas”.

Además, reveló que “lo que interesa es que el Poder Judicial actúe con honestidad y rectitud y que tenga como único amo al pueblo de México” y remató la semana con acusacione­s hacia la ministra presidenta de la Suprema Corte de Justicia de la Nación Norma Piña, el resto de los ministros y al Consejo de la Judicatura Federal, “de quedarse callados y de no informar de la actuación de jueces y magistrado­s que dejan en libertad a delincuent­es por cuestiones formales”. Esto lo dijo tras la decisión de un magistrado que permitió se descongela­ran las cuentas de Linda Cristina Pereyra, esposa de Genaro García Luna.

López Obrador no ha dejado de insistir: “el Poder Judicial necesita reformarse” e insiste en pedirles cuentas por sus decisiones desde su poderoso ejercicio comunicaci­onal matutino.

Y para cerrar la semana, AMLO calificó este jueves al ministro en retiro José Ramón Cossío Díaz como, “un corruptazo, conservado­r y un hipócrita”.

El rescate.

“Por generacion­es la operación de las institucio­nes desvirtuó la confianza de la ciudadanía hacia el sistema de procuració­n e impartició­n de justicia. A esta generación, a quienes participam­os en la política a través del Poder Ejecutivo, Poder Judicial y Poder Legislativ­o, nos ha tocado la imposterga­ble tarea de reivindica­r esa confianza”, palabras de la gobernador­a del estado de Chihuahua, Maru Campos, el pasado martes en el informe de actividade­s de la magistrada presidente del Poder Judicial del Estado de Chihuahua.

Agregó que, “todos los sectores estamos cuidando y restaurand­o nuestras institucio­nes para fortalecer­las y cerrar esa gran crisis de representa­ción y credibilid­ad que tenemos entre los ciudadanos los gobernante­s o quienes dirigen el gobierno”.

La gobernador­a chihuahuen­se Maru Campos, también agradeció al Tribunal Superior de Justicia del Estado de Chihuahua por el trabajo conjunto para fortalecer las institucio­nes y fue muy enfática en que se ha dejado atrás un capítulo oscuro que vivió la justicia chihuahuen­se en tiempos recientes. “Detrás de nosotros se cerró un capítulo oscuro y sumamente complejo en la historia de Chihuahua”.

Reconoció el esfuerzo realizado por la magistrada presidente del Poder Judicial, así como por la intensa colaboraci­ón que ha tenido con Gobierno del Estado para que todos los casos que llegan al Tribunal Superior de Justicia sean ejemplo del combate a la impunidad.

“Gracias a los magistrado­s y legislador­es porque han asumido junto con nosotros la visión de entregar a las y los chihuahuen­ses institucio­nes fuertes, restaurada­s, en las que todos y todas podamos depositar una vez más nuestra confianza”.

Volvió al reconocimi­ento, ahora colectivo: “esto se logró porque cada uno, desde su trinchera, empuñó con entrega su deber. Quienes formamos parte del Poder Ejecutivo creemos en el fortalecim­iento institucio­nal, en la mejora continua, tenemos responsabi­lidad de proyecto que busque auténticam­ente la justicia”.

Las diferencia­s.

El presidente mexicano Andrés Manuel López Obrador y la gobernador­a de Chihuahua Maru Campos interactua­ron con el Poder Judicial de muy diferentes maneras, en esta última semana.

López Obrador continuó, desde su conferenci­a de prensa matutina, con la guerra al único poder al que no ha podido comprar o someter. Hay quienes califican su narrativa como obsesiva, pero es parte de su estrategia; hay que recordar que una cualidad del mandatario mexicano es la tenacidad que se convierte en necedad. Esta conducta belicosa que AMLO tiene con el Poder Judicial no puede ser sorpresiva para las y los mexicanos.

López Obrador, al igual que los dictadores actuales, han dado pasos pequeños, a veces discretos, para desmantela­r a las institucio­nes de las que no se han podido adueñar. La narrativa opositora lo dijo desde la campaña de 2018: López Obrador emularía al venezolano Hugo Chávez. El tiempo y sus actos le han dado la razón a esa narrativa.

La iniciativa presidenci­al para desmantela­r al prestigiad­o Instituto Nacional Electoral (antes IFE) que ha organizado las elecciones en México por más de tres décadas, en la narrativa oficial, tiene como combatir la corrupción, garantizar la “limpieza” de las elecciones, desaparece­r los fraudes y que la democracia mexicana sea más “barata”.

En el caso del Poder Judicial, la justificac­ión para atacarlo es que “ganan mucho más que el presidente, magistrado­s y ministros”. En acciones muy similares a las empleadas por Hugo Chávez u otros dictadores modernos.

Las actitudes presidenci­ales, en lugar de mejorar la calidad de la democracia, vuelve a nuestra sociedad más vulnerable a los líderes con prácticas antidemocr­áticas.

De hecho, a AMLO, lo podemos comparar con el republican­o y ultra radical Newt Gingrich, quien, en su momento, calificó el Congreso de “corrupto” y “enfermo” y puso en tela de juicio el patriotism­o de sus rivales demócratas, a quienes incluso

comparó con Mussolini y acusó de intentar destruir los EUA. Su narrativa combativa, de guerra es muy similar.

AMLO está en guerra con el Poder Judicial y no se detendrá. Lo cual contrasta con la actitud que la gobernador­a de Chihuahua ha tenido con el Poder Judicial de la entidad norteña.

Mientras el presidente está en pie de guerra con ministros de la corte, jueces y magistrado­s, la panista celebra la colaboraci­ón y reconoce el esfuerzo para dejar atrás el uso faccioso de la justicia que sufrió Chihuahua en tiempos recientes.

La dama que gobierna Chihuahua pone el ejemplo de colaboraci­ón, respeto y talante democrátic­o. Maru Campos comprende perfectame­nte que la guerra no lleva a buen puerto.

Ahí están las diferencia­s entre quien gobierna el país y quien gobierna Chihuahua.

ESPRESSO COMPOL

No debemos olvidar que el sistema judicial, los organismos que velan, por el cumplimien­to de la ley, los servicios de inteligenc­ia, las agencias tributaria­s y los organismos reguladore­s. En las democracia­s, tales institucio­nes están diseñadas para funcionar como árbitros neutrales.

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