Bastan los movimientos cotidianos intensificados
No obstante, el estudio nuevo demuestra que una persona promedio no necesita salir de su rutina para identificar esos pequeños picos de actividad: los movimientos cotidianos, intensificados, bastan. Además, puesto que se recopilaron datos de dispositivos para el registro de la actividad que los participantes llevaban en la muñeca, en lugar de los cuestionarios en los que se basan algunos estudios sobre el ejercicio, los investigadores pudieron analizar el impacto de movimientos de un minuto.
“Esto pone en relieve cuán benéfica puede ser un poco de actividad física intensa”, comentó Martin Gibala, profesor de Kinesiología de la Universidad Mcmaster de Ontario y autor del estudio.
Los investigadores del acondicionamiento físico clasifican la intensidad del ejercicio en tres categorías, según Emmanuel Stamatakis, catedrático del Centro Charles Perkins de la Universidad de Sídney y autor principal del estudio nuevo. Si puedes cantar mientras realizas la actividad, a eso se le considera ejercicio ligero; si no puedes cantar, pero puedes hablar con soltura, es moderado. Stamatakis recomendó movimientos tan enérgicos que solo puedas pronunciar unas pocas palabras, o ninguna, después de unos 30 segundos.
Quienes se ejercitan con regularidad pueden aprovechar algunos de los beneficios de las ráfagas breves al incorporar un esprint mientras corren o andan en bicicleta, señaló Burr. “Incluso unos pocos episodios en alguien que tiene buen acondicionamiento físico pueden darle un toque emocionante a su entrenamiento”, dijo.
Stamatakis también ofreció algunas maneras de incorporar pequeñas dosis de movimiento a la vida. Si tienes que caminar unos 800 metros (por ejemplo, desde tu departamento a la tienda de comestibles) no es necesario hacer un esprint todo el tiempo, sino acelerar el paso por unos cientos de metros dos o tres veces al día a lo largo de tu paseo. En lugar del elevador, usa las escaleras. Si subes más de uno o dos pisos, eso cuenta como actividad vigorosa. Cargar aproximadamente el cinco por ciento de tu peso corporal durante uno o dos minutos también cuenta, como cuando llevas una mochila grande, añadió Stamakis. Además, cualquier tipo de caminata corta cuesta arriba también significará una ráfaga breve de ejercicio intenso.
“No es necesario planificarlo a lo largo del día: si estás jugando con tus hijos, puedes participar con ellos en un ejercicio más vigoroso”, señaló Gibala. “Si sacas los comestibles de tu auto, puedes acelerar el paso y pensar: estas son mis actividades cotidianas; puedo jadear y pujar un poco mientras lo hago”.