'No te preocupes Chayito', Peña tenía razón...
“No te preocupes Rosario”, le dijo Enrique Peña Nieto a Rosario Robles, cuando comenzaron las acusaciones en su contra, por corrupción, el desvío de recursos públicos desde la Secretaría de Desarrollo Social, para campañas electorales del PRI.
Aquel comentario fue utilizado por muchos años como la muestra de impunidad que se vivían en aquel gobierno, donde la corrupción imperaba en toda la administración del gobierno federal y los gobiernos estatales, sin duda alguna el sexenio más corrupto.
Para desgracia de los mexicanos, Peña Nieto tenía razón, hoy nos encontramos con una Rosario Robles exonerada por un juez, pero no es el único caso que conocemos, es una enorme alberca que parece estar por desbordar.
Son muchos los casos que se acumulan en el Poder Judicial, donde por arte de magia, los procesos y casos penales se caen de la noche a la mañana, fallas en los procedimientos, carpetas de investigación con poco sustento, y una gran cantidad de justificaciones que permiten que criminales de todas las denominaciones obtengan su libertad, sin importar la gravedad de sus delitos.
Para quienes insisten en que vivimos en una dictadura, este es uno de los mayores ejemplos de su errónea concepción de las cosas, pues no ha habido una separación tan distante entre los poderes, y donde el Poder Judicial incluso ha jugado del lado de la oposición en esta Cuarta Transformación.
Es indignante el caso de Rosario Robles, acusada desde 2019, dinero que sería destinado al apoyo a los más pobres, terminó en campañas del PRI en varios estados, sin embargo la acusación fue desechada, y solo será sancionada por una falta administrativa y sólo por la Ley federal de Presupuesto y de Responsabilidad Hacendaria; un escupitajo para el pueblo.
No había pasado ni una semana y otro caso escandaloso estremeció a la 4T, de igual forma el mafioso del ex gobernador panista de Tamaulipas, Javier Cabeza de Vaca, pero no es la única, hemos visto salir a narcotraficantes como Rafael Caro Quintero, y toda clase de criminales de cuello blanco, pero de igual forma sicarios y criminales con poder económico, sin duda alguna, el Poder Judicial vive momentos de podredumbre y corrupción.
En estas condiciones es difícil y riesgoso lanzarse contra los ex funcionarios y funcionarios que incurran en delitos, no se diga el crimen organizado y grandes empresarios fraudulentos y por lavado de dinero, los abogados nos formamos con la imagen de una justicia ciega y con una balanza que no se inclinara al dinero, la realidad parece una broma de mal gusto cuando la realidad nos muestra otra cosa.
Para nadie es noticia esta afirmación, que desde la mañanera el presidente Andrés Manuel López Obrador ha señalado, la urgencia de una reforma al Poder Judicial, semanalmente tenemos noticias de jueces que liberan a todo tipo de mafiosos y criminales, y que incluso han utilizado este poder para rechazar y atacar la austeridad republicana que se ha logrado en la Cuarta Transformación, jueces y magistrados que violentan el artículo 127 constitucional, porque tienen sueldos mayores a los del presidente, y se aferran a la millonaria ubre con amparos y jugadas chicanas, juegan sucio con el amparo del poder en los tribunales.
Y está en suspenso y con la posibilidad de más impunidad en los casos de Emilio Lozoya Austin, Juan Collado, Tomás Zerón, quien se encuentra prófugo en Israel, Jesús Murillo Karam o Alonso Ancira, casos emblemáticos de la corrupción con la protección del Poder Judicial.
Urge una reforma que permita sacar de la cloaca el sistema judicial federal y que trastoque a los poderes judiciales en los estados, donde se repiten estas majaderías, donde las judicaturas realmente hagan su trabajo, donde los vicios del amiguismo y los cochupos no ahoguen los tribunales, como sucede en Chihuahua.