Lecciones del 8M
Antes del 8M, la política transcurría normalmente. El fin de semana se había dado la reunión nacional de delegados estatales del PAN con su líder nacional. Pocos días antes el PRI con Alito, había hecho una reunión con el liderazgo local.
Evidentemente ambos eventos partidistas, quisieron poner buen piso al primer informe de la gobernadora. El PRIAN quiso enseñar el músculo en uno de los últimos rincones en el que gobierna su conservadurismo.
Pero el PRIAN no pudo lograr ese objetivo. En efecto, la reunión de los delegados del PAN fue a puertas cerradas y por ende, pasó desapercibida para los chihuahuenses en general. Y la reunión del líder nacional del PRI con los locales, fue aún más desangelada, pues se notó la ausencia de los verdaderos líderes fuertes del PRI, de los que machuchones que tienen el poder en dicho partido. Incluso, se escucharon voces en el sentido de que Alito pronto responderá ante los jueces penales por las carpetas abiertas en su contra en Campeche como en la FGR.
Como se ve, el “piso adecuado”, que se quiso poner como de “fortaleza” política al primer informe de la gobernadora, no pudo posicionar el mensaje de “unidad y fuerza”, que se intentó construir para ello.
Luego llegó el informe de la gobernadora, que en efecto, súper llenó el centro de convenciones, ahíto de prianistas ansiosos de arropar y fortalecer a su líder máxima en el estado. Y en efecto el informe, sí fue un rotundo triunfo como reunión del día apoyando a su máxima líder. Sin embargo, careció de la concatenación política dicho evento de la gobernante, con la mayoría de los gobernados. Por lo que, la gran celebración del informe, quedó limitado al segmento del PRIAN; pero no se logró insertar en el segmento universal de los chihuahuenses. Lo cual tiene sus consecuencias políticas.
En esa secuela de eventos políticos, llegó el 8M, la conmemoración del Día Internacional de las Mujeres.
Este evento es el que arrastró toda la atención social que los eventos partidistas anteriores no pudieron lograr.
En efecto, ese día en Chihuahua se demostró que las circunstancias sociológicas de los eventos del PRIAN y del informe de la gobernadora son muy distintos a los de la situación social, laboral, académica de las mujeres. Y ello se vio reflejado en la contundencia de todos esos eventos.
Por lo pronto, en el D.F el gobierno federal se previno con tiempo para evitar que la frustración y la difícil situación por la que atraviesan las mujeres en los distintos ámbitos de sus vidas, estallara su furia contra el Palacio Nacional. Tanto las vallas metálicas, como el acompañamiento de las “policías ateneas”, lograron desarticular poco a poco de los instrumentos de violencia con las que varios grupos feministas quisieron hacer estallar la catarsis de la muchedumbre de las 90 mil asistentes a la conmemoración.
En el DF las labores de prevención y quizás, la cultura y la situación sociológica de las mujeres, logró contener la catarsis de violencia más apropiadamente que en Chihuahua. Habida cuenta de que las organizadoras también lograron controlar la potencial violencia de los grupos más radicales del feminismo en el DF.
En Chihuahua las circunstancias sociológicas de las mujeres, posiblemente, sean más graves que las del resto del país. Quizás eso explica el aumento visible el contingente de mujeres que se notó el 8M en Chihuahua, respecto a la del año pasado. Además, la catarsis femenil fue más radical y violenta, pues aumentaron las cartulinas y los nombres de agresores sexuales en todos los ámbitos de la vida social, académica, gubernamental y en las colonias.
Y las pintas en edificios aumentaron, alcanzando no solo al Palacio, sino que fueron a la Presidencia Municipal y el Poder Legislativo y medios de comunicación y negocios privados. Lo cual denota un aumento en la insatisfacción más fuerte, de las mujeres por la situación social donde se desenvuelven.
Y la violencia como la quiebra de vidrios, y ventanas incendiadas y las puertas de edificios también siniestrados, tuvieron la misma motivación. Pero, también se conjugó con la provocación que se hizo al contingente de mujeres desde varios espacios oficiales, como los de adentro de la misma manifestación.
El enorme número de infractores de dichos daños, deben tener dubitando seriamente a las autoridades sobre la punibilidad de los mismos. Lo cual, como todo lo que sucede en épocas pre electorales, tienen costos electorales.
La tentación de convertir como responsables a los adversarios de todo lo malo que suceda en la vida social, además de ser un grave error, tiene un altísimo costo.