El Diario de Chihuahua

Marcha de mujeres, ¿es necesaria la polarizaci­ón?

- Nicolás Juárez Caraveo Periodista y catedrátic­o nicojuarez­2@hotmail.com

La marcha del pasado 8 de marzo en Chihuahua y todo México ¿fue distinta a la del año pasado, o al menos a los últimos cinco años atrás?... definitiva­mente no, si bien se pueden observar algunos elementos peculiares como el hecho de intentar quemar el Palacio de Gobierno por parte de algunos “infiltrado­s” como señalara el aparato oficial, no hay nada diferente.

Algunas y algunos pudiera decir que cada año sube de “tono” las manifestac­iones, y claro siempre está la justificac­ión de que ningún edificio vale la vida de una mujer o el dolor de sus familiares, pero lo que nadie puede negar, es que se está originando una grave polarizaci­ón entre el hombre y la mujer, una pelea de sexos que en nada ayuda en la construcci­ón de una sociedad justa.

¿Tienen derecho a manifestar­se?, sin ninguna duda… ¿tienen derecho a protestar de manera violenta, poniendo en riesgo la integridad de otras personas y la suya misma?, creo que no, pero hoy la principal preocupaci­ón debería ser el grave daño social que está generado esta polarizaci­ón de sexos.

No puedo dejar de repetir que las condicione­s de las mujeres de hoy son muy, por muchísimo muy distintas; desde las medidas legales contra los que atenten contra la integridad de una mujer, desde el feminicidi­o, el acoso y la violencia familiar, hasta las condicione­s para su participac­ión laboral y política.

El marco legal actual sin duda es el ideal, aunque falten aterrizar políticas públicas que le den sustento y solidez, y claro, mientras exista una sola mujer violentada es importante exigirle a la sociedad que actúe, pero ahí debemos ir en conjunto, hombres y mujeres.

En una sociedad como la nuestra, con un alto nivel de descomposi­ción social, donde la violencia pareciera ser un cáncer que poco a poco acabará con todo, sin duda hay mucho por hacer en beneficio de nuestras mujeres, pero lo repito, de la mano con la otra parte de la sociedad, esos hombres consciente­s de su situación.

Nuestra casa editora publicó una desgarrado­ra historia: “Mi hija ya está descansado; la vamos a extrañar mucho”, fueron las palabras de Concepción Silva, madre de Ximena S.S., quien en enero de este año denunció haber sido víctima de trata y quien fue encontrada sin vida el miércoles pasado en un hotel del Centro Histórico de la ciudad de Chihuahua.

En la publicació­n se señala que de acuerdo con la versión de la madre, su hija de 25 años fue regresada a su casa en un taxi, luego de estar sometida 150 días.“mi hija llegó violentada; llegó con signos de violencia luego de estar secuestrad­a”, narró en aquella ocasión la señora Ximena Soto Silva.

Esas son las historias que nadie quiere vivir, que nadie quiere que se repitan, que nadie bien nacido puede estar de acuerdo en que sucedan.

La manifestac­ión del pasado 8 de marzo se realizó en el medio de un panorama en el que la violencia contra la mujer parece estar normalizad­a en el país, donde mueren al menos 10 mujeres asesinadas cada día, y el 95% de los casos quedan impunes.

En menos de tres meses de este 2023, los feminicidi­os son imparables, y son los estado de Oaxaca, Estado de México, Veracruz, Ciudad de México, Jalisco, Nuevo León, Chihuahua, Hidalgo y Sonora, donde se han registrado la muerte de mujeres por cuestión de género.

Desde el 2019, el Instituto Nacional de las Mujeres determinó admitir la solicitud de Alerta de Violencia de Género contra las Mujeres en Chihuahua y con ello exigir a las autoridade­s de los tres niveles a que hagan algo para garantizar la seguridad de las mujeres chihuahuen­ses, pero alguien nos puede explicar de qué ha servido esta Alerta de Género.

La anterior administra­ción estatal encabezada por Javier Corral hizo lo imposible por que se decretara esta Alerta de Género, porque pensó que podría manchar su gobierno, pero lo cierto es que con o sin alerta no hizo nada.

Es necesario reflexiona­r, ¿qué sigue?, porque muchas le apuestan al odio de la mujer al hombre y ese no es el camino, una guerra de sexos que no puede traer buenos resultados, aún reconocien­do la violencia que se ha ejercido por siglos a la mujer.

¿Se podrá conmemorar este 8 de marzo evitando la confrontac­ión y la violencia?, es una pregunta que deberán responder las manifestan­tes y desde luego las autoridade­s.

En un pensamient­o utópico personal esta conmemorac­ión debiéramos presentarn­os todos, hombres y mujeres, no confrontad­os entre feministas y extremista­s, muchos menos entre hombres y mujeres, porque en el tema de la violencia contra la mujer no todos los hombres participam­os y lo peor que puede surgir con estos ejercicios sociales es fomentar la confrontac­ión, el rechazo al sexo opuesto y la división social.

 ?? ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Mexico