SABER SERVIR EL VINO
Es un ritual que debemos de respetar siempre, sobre todo cuando lo ofrecemos a un grupo de amigos en casa y que siempre sea un buen vino.
Cuando demos a conocer el vino que vamos a ofrecer, es muy importante que sea manipulado con mucho cuidado, esto sobre todo si se trata un vino gran reserva, antes de abrirlo es prudente enseñarlo a los invitados y también es aconsejable decirles el porqué se tomó la decisión o más bien la elección, lo anterior no es con la intención de presumir la botella a los invitados, esto es más bien para que vayan predisponiendo sus paladares en una forma positiva, nunca agitar la botella y si esta tiene de 6 a 8 años de guarda es conveniente dejarla oxigenar de 3 a 5 horas y procurar que conserve la temperatura adecuada.
Enseguida se tiene que cortar la cápsula, este retira por la parte de abajo del gollete, es conveniente en el caso de que la botella haya sido refrigerada, que al servirla se haga cubriendo la misma con una servilleta, y limpiando el borde de la misma.
Abrir la botella, observar que el corcho esté en buen estado y enseguida insertar el sacacorchos.
Para extraer el corcho esto tiene que procederse con mucho cuidado y claro nunca agitar la botella.
El anfitrión debe de catar el vino para estar seguro de que lo que está ofreciendo está bueno porque los invitados o comensales por educación siempre dirán que está bueno.
Finalmente, al servir se deben de observar varias recomendaciones, la primera, sujetar la botella por la parte inferior y llenar las copas, hasta la mitad es importante saber si las copas son las adecuadas por servir vino tinto en su caso y por último girar la botella para evitar que alguna gota no caiga en la copa y caiga en el mantel.
Es importante saber que oliendo el corcho se puede detectar algún defecto.
Para evitar que al servir el vino puedan caer posibles pasos, esto puede suceder en vinos con una antigüedad de diez años o más, lo anterior se evita usando cestillos, ya que esto permite que la botella este caso en posición, horizontal y no se agite, lo que evita que puedan caer en la copa posibles pasos.
Por último, nuevamente me permito darles las gracias por leerme y a la vez felicitarlos por su afición al vino.
El vino alegra el ojo limpia el diente y sana el vientre.