Combo de mar y tierra
La mención de Baja California Sur invita a concebir imágenes de sol, playas bañadas con aguas cristalinas y lujosos resorts
La mención de Baja California Sur invita a concebir imágenes de sol, playas bañadas con aguas cristalinas y lujosos resorts; elementos que satisfacen al turista tradicional. Sin embargo, para el viajero que busca un deleite físico, gastronómico, ecológico y vivencial hay más alternativas.
Apenas aterrizar en La Paz se percibe un destino que -con la calidez de su gente, un malecón lleno de esculturas, así como atractivos hoteles y restaurantes-satisface a los visitantes. Además de lo anterior, esta ciudad también se ha convertido en un gran punto de partida para ir a descubrir otros sitios preocupados en fomentar un turismo con prácticas más sustentables.
A unos 45 minutos de la capital, por ejemplo, se halla El Triunfo, población que tuvo un gran auge minero en el siglo 19 y que hoy cautiva con sus vestigios arquitectónicos, sus museos de sitio -Museo Ruta de Plata, Museo de la Música y Museo del Vaquero de las Californias (Muvaca)-, así como las salchichas artesanales y la exquisita paella de fin de semana que se sirven en el Bar El Minero.
Este último es un buen lugar para hablar sobre la historia de la zona, aprovechando que a la vista están las gigantes chimeneas “La Ramona” y “La Julia”.
Nadie debe irse del poblado sin tomar un té en Margery’s Tea Room. Quienes visitan este salón estilo victoriano los fines de semana pueden escuchar un concierto de piano.
Aproximadamente a 40 minutos de este último punto está otro sitio imperdible. Se trata de Rancho Cacachilas, complejo en el que comulgan la hospitalidad y el turismo de aventura.
Talleres, caminatas, paseos en mula, a caballo o bicicleta: cada quién elige cómo explorar la sierra de la mano de un guía.
Tras oír anécdotas se prueban delicias hechas con productos orgánicos, la mayoría son elaborados, criados o cultivados ahí.
El hospedaje es espectacular cuando se tiene una vista al Mar de Cortés en confortables tiendas con las bondades de la energía solar, que también da funcionalidad a los baños, donde el huésped puede bañarse a jicarazos con agua caliente o fría, según prefiera.
El gran corolario a esta travesía es Puerto Chale, una comunidad pesquera en la que los mismos habitantes de la zona son los prestadores de servicios.