Señora Menstruación
Existen conceptos que a muchas mujeres les molestan o sienten vergüenza de mencionarlos: deseo sexual, clítoris, orgasmo, masturbación, cólicos, vagina, infecciones vaginales, virginidad, coito, fantasías sexuales y por supuesto menstruación. Se dicen con cautela y no necesariamente a alguien con amplio criterio y conocimientos.
¿Qué es la menstruación? Es un sangrado vaginal normal que ocurre como parte del ciclo mensual de la mujer. Esto es porque todos los meses su cuerpo se prepara para un posible embarazo. De no ocurrir, el útero se desprende de su recubrimiento y es la sangre menstrual la que sale del cuerpo a través de la vagina. Se le denomina “Menstruo” porque es relativo al mes.
He tenido la experiencia, externa por supuesto, de vivir el proceso de menstruación. Este transcurso natural las mujeres las experimentan de muy diferentes maneras: no les pasa absolutamente nada, se ponen alegres, tristes, sensaciones de suciedad, melancólicas, irritables, sufren cólicos, malestares, cefaleas, sangrado excesivo, dolor de mamas, inflamación en general por retención de líquidos, acné y mil cosas más.
Las hormonas regulan estos ciclos, especialmente las leteinizantes y la foliculoestimulantes producidas por la hipófisis quienes promueven la ovulación y estimulan a los ovarios para producir estrógenos y progesterna los cuales estimulan al útero y mamas como preparación para una posible fecundación.
Si en la naturaleza femenina la menstruación es normal, natural ¿Por qué es tan “vergonzosa”? Y por eso se le llama “mis días”, “la regla”, “periodo”, “cuando nos baja”, “ciclo”. En la cultura latinoamericana se le dice de distinta manera: en Venezuela “me vino la que te conté” o “luz roja”, En Argentina “Andrés, el que viene una vez por mes”, en Colombia “Juana la Colorada” y en Puerto Rico “me cantó el gallo”.
La educación sexual –formal y no formal- debería poner sobre aviso a las niñas y adolescentes de lo que vivirán durante los próximos cuarenta años. Informarles que es completamente falso que la primera menstruación –menarquia- transforme a las jovencitas en sexualmente activas (promiscuas) y menos aún que estén sangrando porque han pecado en pensamiento, palabra, obra u omisión. Es más, debemos celebrar con las chamaquitas ese importante paso de la niñez a la adolescencia.
Este tema está inspirado en la posibilidad de que la iniciativa del Congreso de la Ciudad de México prospere y el Congreso de la Unión reforme la Ley Federal del Trabajo para incluir una licencia a las personas menstruantes. Serían dos días de permiso cuando los síntomas menstruales sean incapacitantes.
Por supuesto que existen derechos de las trabajadoras cuando sufran enfermedades sean o no profesionales o motivadas o no por la labor desarrollada. Pero esta no es una enfermedad porque según la Organización Mundial de la Salud es “"Alteración o desviación del estado fisiológico en una o varias partes del cuerpo, por causas en general conocidas, manifestada por síntomas y signos característicos, y cuya evolución es más o menos previsible" por lo tanto si ocurre cada 28 días es natural. Si bien es cierto que a algunas mujeres les va muy mal esto no ocurre a todas ni en todos los periodos y no es práctico que acudan a un ginecólogo para que les dé una incapacidad. He tenido bajo mi responsabilidad personal femenino y cuando me indican molestias por estas causas las mando a su casa. Pero que un ginecólogo pueda predecir con exactitud cuándo ocurrirá la regla, cuáles serán sus síntomas y entregarle por adelantado su incapacidad es imposible.
La clase política dice que busca defender a las mujeres. Pero en ese interés puede perjudicarlas. Si contrato una empleada doméstica, secretaria, recepcionista –por mencionar las de mayor cercanía- y me notifica que cada 28 días se ausentarán con goce de sueldo me veré obligado a cambiarlas por personal o masculino o que hayan traspasado la etapa de la menopausia.
Las mujeres son indispensables en el motor económico, político, social, familiar y su ausencia vaya si se nota. Luego esta prestación se incluirá en los Contratos Colectivos de Trabajo y de ahí los caballeros exigirán equidad de género y tendrán que concederles sus días de incapacidad por pre andropausia. Y sobrevendrá el caos.
Por favor, señoras y señores legisladores, hagan leyes pero dejen que las de la naturaleza sigan su curso.
A mi álter ego le sorprende que el presidente redacte su testamento y existan quienes lo tomen en serio. Tenemos derecho a testar nuestros bienes, pero el poder político y el futuro de la nación no le pertenecen a una persona sino a la sociedad civil.