Llamado a la dignidad y responsabilidad de la Federación ante crisis migratoria
Hoy quiero aprovechar este espacio para retomar y hacer una exigencia urgente a las autoridades federales para atender la crisis migratoria que se vive actualmente en el país, específicamente en Chihuahua, pues me parece algo preocupante y urgente que no puede seguir siendo ignorado. Esta situación, está afectando no solo a los miles de migrantes que están varados en nuestro país, sino también a nuestras familias; situación que lamentablemente es derivada de la inoperancia e irresponsabilidad del Gobierno Federal, y que sin lugar a dudas nos exige un llamado a la acción y un compromiso inquebrantable con la dignidad y los derechos humanos de todas y todos.
Es innegable que la política migratoria del presidente López Obrador ha sido un rotundo fracaso, y no es sólo una percepción personal, es una situación que vemos y vivimos todos; los hermanos migrantes que cruzan México en busca de un mejor futuro son víctimas de la indolencia de las autoridades migratorias durante su travesía, en la gran mayoría de los casos, hacia la frontera con Estados Unidos pues el Gobierno Federal ha demostrado ser incapaz de proporcionarles condiciones dignas de tránsito y estancia en nuestro país. Esta situación, lamentablemente expone a las y los migrantes a ser presas fáciles del crimen organizado, quienes los reclutan, trafican, y tratan como mercancía.
Y es que no sólo han demostrado su incapacidad de acción ante esta situación, sino que en repetidas ocasiones han buscado lavarse las manos y como ya es costumbre, culpar a otros de sus fallas, algo que quedó demostrado hace unos días, cuando personal del Instituto Nacional de Migración se reunió con los miles de migrantes que se encuentran varados en la estación de Ferromex en Tabalaopa, aquí en nuestra ciudad y los incitó a continuar su marcha hacia la frontera a sabiendas de que la misma se encuentra cerrada, y peor aún, cuando se acaban de realizar acuerdos binacionales para evitar que sigan su tránsito hacia la frontera, cuando el Gobierno Federal se comprometió a no promover el desplazamiento ilegal de los migrantes a Estados Unidos y no facilitarles el uso del tren para que sigan con su travesía.
Y lo que me parece aún más lamentable, este agente migratorio promovió entre los presentes, la posibilidad de manifestarse frente al Palacio de Gobierno en Chihuahua para exigir apoyos, pero ¿de qué habla? Cuando en reuniones oficiales, sostenidas por ellos mismos con las autoridades del Gobierno del Estado de Chihuahua y de Estados Unidos fueron muy claros en la estrategia a seguir, la cual consistía en, como ya lo dije, no facilitarles los traslados y mucho menos motivarlos a tratar de ingresar ilegalmente al vecino país, entonces ¿a qué están jugando? ¿Se dan cuenta que lo que está en riesgo es la vida de miles de personas, de familias completas? Porque por un lado, en lo institucional, aseguran que respetarán acuerdos y darán soluciones, pero por el otro calientan los ánimos con los migrantes y los alientan a continuar su viaje cuando es por todos conocido que esa no es la solución, aunado a ello habrá que decir que de nada sirve bajarlos de un tren a 400 kilómetros de la frontera, cuando ya han cruzado todo el país en busca de ese sueño, no, el problema se resuelve desde la frontera sur del país, allá en Chiapas evitando el cruce y desplazamiento.
A diario, estamos siendo testigos en todo el territorio nacional de que debido a la falta de recursos humanos y materiales en el Instituto Nacional de
Migración, los migrantes están sufriendo circunstancias de hacinamiento, sin acceso a servicios médicos, sin comida, sin agua y sin refugios adecuados. Además, insisto, no podemos olvidar el trágico incendio el pasado 27 de marzo en la Estación Migratoria en Ciudad Juárez, donde la falta de capacitación y respuesta adecuada costó la vida de 39 migrantes y 28 más resultaron hospitalizados. Es inconcebible que el ex Secretario de Gobernación estuviera en campaña como corcholata mientras ocurría esta tragedia, y que el Comisionado del Instituto Nacional de Migración permanezca en su cargo sin que hasta el momento se haya hecho justicia.
Chihuahua, como nunca antes, está siendo testigo de los devastadores efectos de esta crisis migratoria. Y está más que claro que esta situación no solo amenaza la seguridad y la estabilidad de los migrantes y los chihuahuenses, sino que también pone en riesgo la economía de todo nuestro estado al ser una entidad fronteriza.
Se están poniendo en riesgo la atracción de inversiones a nuestro estado y más preocupante aún, que amenaza la permanencia de algunas inversiones que ya se habían concretado y que hoy ante la incertidumbre que se vive se pone en duda que sigan adelante, algo que no podemos ni debemos permitir, no es justo que nos toque pagar los platos rotos que otros están ocasionando deliberadamente en un acto de clara irresponsabilidad, son omisos con la causa y el efecto.
Hoy, como Alcalde, me veo en la obligación de señalar el cinismo de algunos actores políticos, ya nos quedó más que claro con el Instituto Nacional de Migración, que intenta trasladar la responsabilidad de esta crisis a gobernadores y alcaldes de todo el país. No podemos permitir que se nos culpe injustamente por un problema que ha sido provocado por el mismo Gobierno Federal.
Como lo he dicho antes, cada nivel de gobierno tiene sus propias responsabilidades y debe cumplirlas en beneficio de la ciudadanía. Qué fácil sería dedicarnos a únicamente otorgar becas, que resuelven un asunto momentáneo, pero no generan bienestar a largo plazo; si eso hiciéramos nos estaríamos quedando muy cortos en nuestra labor. Nuestra responsabilidad es garantizar la salud, la seguridad, la educación, el desarrollo económico y, por supuesto, implementar programas sociales para quienes más lo necesitan, que permitan a todos aspirar a crecer y ser más y mejores.
En este sentido, hago de nueva cuenta un enérgico llamado, una exigencia al Gobierno Federal para que asuma su responsabilidad en esta crisis migratoria. No podemos seguir viendo cómo miles de personas sufren en condiciones inhumanas y son víctimas de la violencia y el crimen organizado mientras las autoridades federales se pasan la pelotita de la responsabilidad y hacen oídos sordos a un desesperado grito de ayuda.
Como Alcalde de Chihuahua Capital, me comprometo a no bajar la guardia y a SÍ hacer lo que me corresponde desde mis funciones, a la vez que reafirmo mi compromiso con la seguridad y el bienestar de nuestras familias chihuahuenses, quienes, sin duda, se ven afectadas por esta crisis. Estoy convencido de que unidos, como el gran equipo que somos, hombro con hombro, codo con codo, podemos, y debemos, exigir al Gobierno Federal tome medidas inmediatas y efectivas, no que aviente culpas y utilice esta situación a su conveniencia.