Cada vez peor criminalización en Texas
Ciudad Juárez.–el ataque legal a la organización Casa Anunciación de El Paso por el procurador texano Ken Paxton es una vergüenza, pero desafortunadamente, la xenofobia sigue siendo utilizada, y cada vez en mayor medida, como un recurso político por los republicanos extremos en los estados fronterizos colindantes con México para acaparar la atención de sus bases de votantes.
En este caso, además del claro rechazo del gobernador de Texas, Greg Abbott en contra de las políticas migratorias del presidente Biden, ante los inmigrantes indocumentados que provienen del sur para intentar establecerse en los Estados Unidos; y de las crecientes hostilidades, con métodos militares cada vez más crueles para detener el flujo humano, las medidas legales ahora son también acompañadas con un elemento nuevo: la crítica directa del procurador hacia las prácticas migratorias de ayuda y tutela proporcionadas por la organización católica.
Varios elementos culturales se combinan ahora en este conflicto, la desordenada migración de países latinoamericanos, la criminalización de grupos minoritarios –que como cada día somos más, preocupan al establecimiento racista– el lenguaje, y la religión.
Series europeas y norteamericanas que han dramatizado fuertes escenas del sufrimiento de las que han sido víctimas algunas mujeres y niños en situaciones de trata, o de tráfico humano durante sus travesías para llegar a los países que quieren inmigrar, son estratégicamente utilizadas en la narrativa de Trump y sus copiones, como el propio gobernador texano, quien al igual que el candidato a la Presidencia, justifican la criminalización de los indocumentados basados en los mismos problemas y el dolor del que son víctimas los inmigrantes. Pero una vez que sienten la amenaza cerca de la frontera, su discurso cambia por conveniencia, y se vuelve punitivo.
“Facilitan horrores sorprendentes”, declaró Paxton sobre la organización católica Casa Anunciación, dejando el resto a la imaginación. Pero en esta ocasión, el malvado de la película, para nosotros, es él, aunque las bases de su partido no estén de acuerdo con esto. Ahora los enemigos son clérigos católicos y personas mayores de buena voluntad que intentan ayudar motivados por su religión.
La organización católica de El Paso, que desde 1976 ha alimentado y hospedado a más de 100 mil inmigrantes en situaciones desfavorables podría tener los días contados en Texas, por lo que autoridades gubernamentales, civiles y eclesiásticas manifestaron su apoyo a la Casa Anunciación ante los embates de la oficina del procurador. Contexto:
Casa anunciación, en alianza con la Iglesia Católica por 46 años, es una entidad sin fines de lucro a cargo de varios refugios en El Paso, y está siendo investigada por el procurador general de Texas, quien busca revocar el registro legal de la organización, por no entregárseles documentación requerida inmediatamente sobre los inmigrantes que atienden.
Paxton inclusive acusó al grupo católico sin fines de lucro de traficar humanos a través de la frontera sur, lanzando una investigación en su contra el pasado 7 de febrero, cuando tres abogados acudieron a Casa Anunciación intimidando y exigiendo que les fueran entregados registros internos, amenazando que, si se negaban, podrían ser clausurados.
Casa Anunciación, por su parte, le solicitó más tiempo al estado, argumentando que un día no era tiempo suficiente para asesorarse sobre qué documentos están requeridos legalmente a entregar. El Estado les negó la extensión, por lo que decidieron demandar al Estado, pidiendo que sea una corte la que defina que documentos tienen que entregarse, además de adquirir una orden de restricción contra el procurador para obtener alivio inmediato de sus demandas.
El procurador texano dijo que su oficina los demandó por “fallar en cumplir” con la entrega de documentos, y expresó que el grupo religioso “empeora la inmigración ilegal, incluyendo el tráfico de humanos”. “El caos en la frontera sur ha creado un clima donde organizaciones sin fin de lucro, financiadas con impuestos de la administración Biden, facilitan horrores sorprendentes”.
“Hemos visto una actitud de negligencia de parte de las autoridades federales para dar una respuesta ordenada, segura y humanitaria al alto número personas que huyen de sus países. Por otro lado, estamos siendo testigos de una cada vez más fuerte campaña de intimidación, miedo y deshumanización por parte del gobierno de Texas, caracterizada por alambres de púas, y duras leyes que penalizan el acto de buscar seguridad en nuestra frontera y enfocándose en aquellos que prestarían ayuda a esas personas como una respuesta de su fe”, declaró Mark Seitz, Obispo de El Paso.
Tanto el alcalde de El Paso, como el juez del Condado, y congresistas locales apoyaron a Rubén García, administrador de Casa Anunciación.
El rabino Simon Schwartz, líder religioso judío en El Paso, envió un texto que fue leído en la conferencia de prensa, en el que se destacan leyes del viejo testamento que indican que “el pan se debe compartir con los que tienen hambre y darle albergue a los pobres que sufren”.
Sin embargo, el las redes sociales, las burlas y críticas no se hicieron esperar: “Si quieren ayudarles tanto, ¿por qué no los invitan a que se queden en sus propias casas, y coman con sus familias? Posteó un usuario en inglés, que entre otros tantos criticaron al gobierno de Biden.
SB-4
La tensión legal se origina a solo dos semanas de que se implementó la Ley SB-4, la cual autoriza a los agentes del orden para detener a cualquier persona bajo sospecha de ser indocumentado. El gobernador de Texas, Greg Abbott, firmó la ley que hace la inmigración ilegal un crimen estatal, por lo que Texas ya enfrenta demandas federales.
Los demandantes argumentan que Texas ha violado la Constitución estadounidense y su cláusula de supremacía, que le da al Congreso de la Unión la única autoridad para legislar en asuntos de inmigración.
“Es la versión de Abbott de parar y esculcar, y las sospechas usualmente empiezan con el color de la piel”, dijo Ron Niremberg, alcalde de San Antonio, cuando opinaba al respecto.
Paxton, el procurador texano, había estado en el ojo del huracán el año pasado al ser criticado por presunta malversación de fondos y abuso de poder por sus oponentes en la capital, sin embargo, no le fue probado ninguna ilegalidad, por lo que, seguramente, esta nueva iniciativa le pareció un distractor para invertir en su futuro político de nuevo.
Participantes de corrientes religiosas con discursos distintos fueron observados en caravanas antiinmigrantes que vinieron desde el norte para apoyar las medidas de Texas en la frontera con México. A pesar de que líderes católicos y cristianos se dieron cita para neutralizar protestas contra los inmigrantes, algunos seguidores de Trump llegaron con ideas completamente diferentes en cuanto a las leyes eclesiásticas religiosas sobre la ayuda a los migrantes, aunque al final los números de congregantes fueron menores a los esperados y diluidos por la ausencia de sus propias convicciones en sus débiles manifestaciones cerca de del río.