¿Declive o adaptación de los medios masivos impresos?
La reciente actualización (2024) por el INEGI de la MOLEC (Módulo sobre Lectura), encuesta en localidades mayores de 100,000 habitantes, arroja resultados de cambios sustanciales que ameritan consideración y reflexión. Si bien la MOLEC considera la recolección de datos sobre la lectura de cinco tipos de materiales y periodos específicos para cada uno: libros en el último año; revistas en los últimos tres meses; periódicos en la última semana; historietas en el último mes; y páginas de Internet, foros o blogs en la última semana del levantamiento de la encuesta, aquí centraremos la atención en los “periódicos” o medios de comunicación masiva impresa.
Los lectores tienen a su alcance una variedad amplia de medios de información, que aparentemente pueden satisfacer sus necesidades y gustos de información y comunicación. Y puede postularse la hipótesis de abandonar un medio por optar por otro. Sin embargo, si recordamos que la población objeto (de estudio) es la referida a los lectores de 18 años o más que radican en ciudades, éstos han abandonado la lectura entre 2015 y 2024, en 14.6%. al pasar de representar el 84.2% en el primer año, al 69.2% del total de la población objeto en el último.
O lo que es igual, en 2015 de la población objeto el 15.8% que se negaba ejercitar el cerebro, estimular la curiosidad y potenciar la creatividad (como acertadamente describe la MOLEC como trascendencia de la lectura), en 2018; para 2024 esta proporción relativa aumentó a 30.4% de la población objeto. Tal vez en el afán de subordinarse a la comunicación oral con personas a las que considera fiables medios de comunicación. Volviendo así, a los tiempos previos al descubrimiento del alfabeto. De modo que la hipótesis formulada sólo puede ser parcialmente efectiva o cierta.
La merma de ejercicio de la lectura por una tercera parte de la sociedad en capacidad de leer en las áreas urbanas es síntoma de una conducta retrógrada e irresponsable con sus hijos, parientes, compañeros, amigos y sociedad. Las personas quieran o no, se mueven en espacios culturales, sociales, económicos y políticos. Sin información relevante quedan sujetos a la marea de los eventos.
Retomando nuestro tema, de la población lectora en 2024, el 41.8% por ciento ejercitó su cerebro, alimentó su curiosidad y desarrolló su creatividad, leyendo libros; recurrieron a la lectura de páginas de Internet, foros o blogs el 39.4%; a revistas el 21.7%; a periódicos, nuestro foco de atención, el 17.8%; y por último, a historietas, que en realidad son lecturas de esparcimiento. Se debe tomar en cuenta que estos lectores pueden ser los mismos para los distintos medios, es decir buena parte de la población objeto puede leer, libros, páginas de Internet, foros o blogs, revistas, periódicos e historietas.
La participación de 17.8% para los periódicos entre todos los medios de comunicación e información, por si solo, es un dato alarmante. Pero si se le compara en la participación señalada por la MOLEC de 2015, cuyo relativo fue de 49.4%; esto es un descenso 31.6 puntos porcentuales, indica que el proceso es dramáticamente rápido y de seguir la tendencia muchos periódicos dejarán de circular. Pero a todo esto, que se entiende por periódico. Generalmente se le describe como: Medio masivo de comunicación que circula en el mercado de lectores de forma impresa en una o varias páginas, combinando textos e imágenes. Se entrega de manera periódica o regular, generalmente a diario, por semana, quincena o mensualmente. Generalmente se aceptan que la edición de periódicos tiene por objetivos 1) Informar sobre los acontecimientos más relevantes en diferentes áreas de la sociedad; 2) Registrar y certificar los hechos en el tiempo, soslayando distorsiones en la información; 3) Contribuir a la formación de opinión al ofrecer puntos de vista sobre los hechos; 4) Ofrecer difusión de índole mercantil; 5) Proporcionar esparcimiento a la población lectora con contenidos de interés para diversos sectores de la sociedad. Como puede inferirse, estos convencionalismos no son aplicables al Diario Oficial o los Periódicos Oficiales. Esto obedece al carácter de mercancía del periódico, de bien económico, que se ofrece por una empresa en el mercado de lectores.
Hasta la década de 1980 el periódico tenía el papel predominante en la oportunidad de las noticias de todo tipo. Esta primacía la perdió en la siguiente década por el acceso de la población lectora al Internet. En esta década vimos primero, espacios digitales dependientes de las agencias noticiosas de alcance mundial; más tarde la presencia en este espacio de la expresión de los periódicos impresos en forma digitalizada, e inmediatamente después de los periódicos digitales que pretenden competir en satisfacer los propósitos reseñados para los periódicos tradicionales.
Los periódicos convencionales han devenido en un producto, bien o mercancía, destinado a grupos particulares por su precio y por su rezago en la oportunidad de las noticias. Las costumbres y el horror a la operación de computadoras son factores de permanencia de lectores de prensa impresa. Normalmente, la versión digitalizada de los periódicos impresos también adolece de falta de oportunidad en las noticias. Algunos periódicos digitalizados se atreven a cobrar suscripciones basados en la riqueza y calidad de sus secciones de opinión, ciencia y tecnología, cultura, mercados, preparación de alimentos o trabajos manuales, etcétera.
Si bien el aprovechamiento de la web por los periódicos impresos les ha proporcionado un medio de mantener parcialmente su segmento de lectores, pero no el de compradores. Por otro lado, al aprovechar la tecnología dedicándose a reproducir sus contenidos de la edición impresa, en general, no han ampliado sus contenidos noticiosos, gráficos y de otra índole. En esta forma, la competencia con los periódicos digitales que se ocupan del mismo espacio geográfico les está resultando adversa.
En fin, todo parece indicar que mantener el segmento de lectores que les ha dado su preferencia como medio, requiere de estrategias de adaptación para maximizar las oportunidades que brinda el ciberespacio.
Los lectores tienen a su alcance una variedad amplia de medios de información, que aparentemente pueden satisfacer sus necesidades y gustos de información y comunicación"