Juegos Olímpicos de Tokio 1964, inicia la modernidad
En los Juegos Olímpicos de Tokio 1964,el gobierno aprobó un crédito de mil 800 millones de dólares para acondicionamiento de la ciudad de Tokio, la cual se transformó radicalmente en aquella época: obreros organizados en cuatro turnos ininterrumpidos y por supuesto una arquitectura y urbanística exquisita. La inversión total de los juegos bordeó los 3 mil millones de dólares.
El último relevo dentro del estadio lo hizo el 10 de octubre el atleta Yoshinori Sakai, apodado el “bebé de Hiroshima” por haber nacido el día de la tragedia de Hiroshima.
En estos Juegos Olímpicos se incluyó el Judo, uno de los deportes nacionales de este país. Pero el deportista holandés Anton Geesink, ganó el título en la final al deportista local e ídolo nacional Kaminaga.
Éstos fueron los primeros Juegos Olímpicos televisados en color y transmitidos en directo, vía satélite para Norteamérica y Europa. Ésta también, fue la primera vez en utilizarse la “cámara lenta” y las computadoras para registrar los tiempos exactos en las competiciones.
En atletismo, los norteamericanos volvieron a recuperar la hegemonía, con la actuación destacada del velocista Robert Hayes. También sobresalió la gesta del neozelandés Peter Snell, al ganar los 800 y los 1, 500 metros, algo que nadie conseguía desde 1920.
La mayor innovación fue la incorporación de las pértigas de fibra de vidrio, lo que dio lugar a que el estadounidense Fred Hansen batiera el récord mundial por 40 centímetros, eso sí, tras nueve horas de intensa competición. También quiso volver a ser protagonista el etíope Abebe Bikila, que revalidó su oro en maratón al rebajar el tope mundial, esta vez con calzado, pero después de haber sido operado de apendicitis sólo seis semanas antes.
Esta edición también pasará a la historia por ser la primera en la que una atleta, la polaca Ewa Klobukowska, fue descalificada por no superar la prueba de sexo. Se había hecho con la medalla de oro en 4 x 100. El récord mundial que consiguió junto a sus compañeras evidentemente no fue homologado.
En natación también fue abrumadora la superioridad americana, con Don Schollander, que logró cuatro oros y tres marcas mundiales, a la cabeza. Entre ellos, la australiana Dawn Fraser fue capaz de lograr su tercera corona consecutiva en los 100 metros libres.
Y la de Tokyo fue la última olimpiada de la más laureada de todos los tiempos, la gimnasta soviética Larissa Latynina, que se despidió con dos oros, dos platas y dos bronces.
Fueron los primeros en trasmitirse por televisión a color y en directo